"Los trabajadores están siempre dispuestos a sentarse a negociar, pero no a dejar que su trabajo se tire por el suelo". Esta es la respuesta de Xabier Aboi, representante del sindicato CIG, al ultimátum de dos semanas que el presidente del Puerto, Enrique López Veiga, dio el pasado domingo a la Sagep para que baje el coste de la carga y descarga del puerto a base de recortar el sueldo de los estibadores. El sindicalista señala que el salario no es el culpable de la marcha de Maersk, sino la falta de competitividad del puerto y acusa al presidente de tener una actitud "impropia" y "bravucona".

López Veiga ha señalado a los estibadores como los principales culpables de que el gigante del transporte marítimo haya abandonado en puerto vigués por el de Marín y quiere que en dos semanas se rebanen los costes de los movimientos de mercancías. "No conoce el problema real del puerto de Vigo, siempre va a haber puertos más baratos, en los sueldos no está la solución", asevera Aboi, quien califica de "locura" las palabras del presidente, quien además ha advertido a los trabajadores que "moralmente" no tienen derecho a realizar paros.

Aboi asevera que "Marín no es el enemigo" y que en lugar de competencia, los puertos gallegos deberían sentar a negociar para ser "complementarios" entre ellos: "¿Cuando en vez de Marín sea Portugal qué vamos a hacer? Está invirtiendo mucho mientras nosotros no hacemos nada". En su opinión, López Veiga se ha equivocado de actitud ya que "tiene la autoridad moral suficiente" para sentar a los dos partes a dialogar y le pide una "mayor reflexión".