José Ángel llevaba años en paro. A su amiga de Tenerife, a la que conoció tras pedirle amistad en Facebook y a la que telefoneaba cada día, le contó que se había quedado sin trabajo por la crisis y que pasado al tiempo perdió también la ayuda mensual de 426 euros, renta que, al parecer, tenía intención de volver a pedir en octubre.

Este vigués, que por las noches salía en su bicicleta para recoger basura y otros enseres que acumulaba en su casa, recibía ayuda de Cáritas. Allí le daban alimentos como leche o aceite. También, dicen los vecinos, iba con frecuencia a los comedores sociales.

Su amiga tinerfeña le envío en varias ocasiones por correo a su vivienda de la calle Garita de Alcabre paquetes "con ropa, chocolate, otros alimentos y dinero". Por eso esta mujer conocía su dirección, que proporcionó a la Policía Local de Vigo cuando, desesperada por no saber de él pese a intentarlo por otras vías y temiéndose "lo peor", les telefoneó hace una semana. Los agentes fueron a la casa y hallaron al hombre muerto entre la basura que atestaba el lugar. La propiedad la había heredado, según él mismo contaba, de sus abuelos, aunque al parecer solo le pertenecía una parte de la misma.