La reforma de la Constitución, la organización territorial y la financiación autonómica se han convertido en llaves que pueden cerrar acuerdos y finalizar la encrucijada política que vive España. La Facultad de Ciencias Xurídicas e do Traballo acoge hoy una jornada en la que ocho ponentes de diferentes universidades españolas abordarán estas cuestiones desde el punto de vista del derecho. Entre ellos, los catalanes Tomás Font y Joan Pagés. Este último, catedrático de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Rovira y Virgili, disertará sobre los retos financieros a los que se enfrenta el Estado para ajustar su economía.
-Seguro que trae una propuesta de reforma.
-Sí, está dirigida a garantizar el estado de bienestar. Las competencias de educación, sanidad o cultura han sido trasladadas a las comunidades autónomas, excepto la Seguridad Social. Lo que tiene que hacer el Estado es coger más ingresos generales y transferirlos a la Seguridad Social, porque si no se va a la quiebra. Las comunidades tienen un déficit estructural y por lo tanto lo que debe hacer es dotarlas de mayores recursos económicos.
-¿Hay razones para cambiar el actual modelo de financiación?
-Está caduco, se basa en el que el Estado recauda prácticamente todos los ingresos y lo reparte entre las distintas comunidades autónomas. Pero reparte poco para mantener el Estado de bienestar. Hay que partir del Estatuto catalán de 2005, que se puede aplicar al resto de comunidades, y que consiste en acercar el modelo al régimen de Navarra y País Vasco, que cada comunidad recaude sus propios ingresos y que sea ella quien ceda una parte al Estado.
-El Gobierno ha anunciado un nuevo intento de reforma. ¿Es el momento?
-El problema es que quizá ya llega tarde, por lo menos para Cataluña. Este sistema no se aguanta porque el 80% de los gastos que tiene una comunidad va a parar al Estado de bienestar. Si tú no das dinero a las comunidades autónomas, han de bajar los ratios de calidad. Aquí hay dos grandes posturas: pasar las competencias al Estado o darles más dinero a las comunidades.
-Tras publicar el incumplimiento de déficit de la mayoría, se va a limitar su gasto. ¿Hay margen para hacerlo sin tocar el Estado de bienestar?
-Claro que hay margen, pero hay que rebajar el gasto de otras partidas presupuestarias, empezando por Defensa y, no quiero hacer demagogia, pero también por reformar el Senado, que no sirve para nada. Hay maneras de recortar, pero es un decisión que depende del Estado y como no lo hace, por eso Cataluña ha decido que se va.
-Cataluña es una de las comunidades que no ha cumplido con el Estado...
-Claro que no, porque es imposible. Genera suficientes recursos, el problema es que no nos dejan gestionarlos.
-Imposible no es porque Galicia sí ha cumplido con el déficit.
-Es verdad, por dos motivos: ha tenido una buena gestión financiera y, la otra, es porque está muy bien financiada comparativamente.
-¿La independencia de Cataluña es posible fiscalmente?
-Sí, la cuestión es si es evitable. Si el Estado no comienza a hacer una cuenta rápida y solvente, la independencia será inevitable porque a partir de ahora se comenzará a hacer una campaña de desobediencia fiscal.
-Las comunidades llevan años sobrepasando el techo de gasto, ¿debería haberse controlado antes?
-El Estado sabía que se estaba gastando más, pero no tenía solución alternativa. El Estado decía: usted tiene que gastar menos para sanidad. Pues, como dijo Oriol Junqueras, dígame qué hospital tengo que cerrar. Con el dinero que da el Estado, las cuentas no salen, las comunidades son entidades subvencionadas.
-La Autoridad Fiscal criticó la falta de credibilidad de las finanzas públicas españolas por cuestiones como el déficit...
-No me extraña. Lo que pasa es que el Estado a veces se hace trampas a sí mismo y en contabilidad puedes hacer lo que quieras, pero llega un momento que cae.
