La petición de informes psicocosociales por parte de los juzgados de Familia aumentó debido a su vez al incremento de pleitos de custodias compartidas. ¿Y cuál es la labor que deben realizar psicóloga y trabajadora social para emitir una propuesta o aconsejar sobre la idoneidad de los progenitores? Entrevistas o visitas a domicilio para conocer de primera mano el entorno familiar forman parte del proceder de estos equipos.
El análisis del expediente judicial es el primer paso en los informes sobre custodias. Y conocido el caso, son preceptivas las entrevistas: al exmatrimonio, al hijo o hijos y muchas veces a otras personas del entorno implicadas, como pueden ser a las nuevas parejas de los padres del menor si las tienen, a los abuelos...
Hablar con los directamente implicados muchas veces no es suficiente. Por eso en ocasiones los encargados de emitir las valoraciones psicosociales tienen que realizar visitas domiciliarias para conocer las dinámicas familiares. Muchos datos que se van recabando hay que contrastarlos a continuación: con el centro escolar, con el centro sanitario o con los servicios sociales si tienen intervención en la familia a estudio.
Finalizado todo ese trabajo, llega la fase de análisis, informe y conclusiones. Las valoraciones de los casos se remiten a los juzgados de Familia, cuyos titulares son los que tienen la palabra final a través de sus sentencias.
