Primero fue el alcalde de Oporto, Rui Moreira, el que puso el grito en el cielo por el recorte de vuelos de TAP en Sá Carneiro, y particularmente por la apertura del vuelo Vigo-Lisboa, y ahora se han sumado a estas críticas también los comerciantes de la ciudad portuense. La Asociación Comercial acusa a TAP de reducir operaciones en la terminal lusa y de obligar a "casi la totalida de los pasajeros" del norte a pasar por el aeropuerto de Lisboa, según se recogía en la edición portuguesa del diario Público.pt de ayer.

"El puente aéreo Porto-Lisboa sirve solo para alimentar el aerpuerto de Lisboa y las rutas internacionales de la TAP. Se pone en valor solo el hub de Lisboa a costa de los viajeros de Oporto y el Norte. Es una decisión que tendrá consecuencias graves para la economía", denunciaron los comerciantes en un comunicado oficial.

Precisamente gran parte de esos viajeros que dejarán de volar por Oporto serán los miles de vigueses que hasta ahora se veían obligados a ir a Sá Carneiro en autobús para enlazar con rutas de la TAP. Desde julio podrán salir directos desde Vigo a Lisboa y, desde la capital lusa, al resto de rutas en conexión a América o África.