Cenas de empresas, reuniones familiares o comidas de amigos. Múltiples fueron las combinaciones que llevaron a los vigueses a pasar las noches de Navidad y Nochevieja en diversos locales de la ciudad.
La noche de fin de año fue la que convocó a un mayor número de comensales frente a los fogones de restaurantes olívicos, sin embargo, fueron los de los hoteles los que se llevaron la palma. En el caso del Hotel Palacio de Vigo, la madrugada del 31 al 1 de enero reunió a más de 200 personas en su gran salón para degustar el menú de fin de año, cifra similar, pero algo superior, a la del año pasado. Idéntica situación encontramos en el Hotel Zenit y el Hotel Coia.
Esta tendencia a reservas en grandes complejos hoteleros provocó que algunos restaurantes del centro de Vigo decidiesen cerrar sus puertas en dicha noche.
Los que también mostraron su entusiasmo tras las fechas navideñas fueron los dueños y encargados de locales de fiesta. José Luis Asenjo, vicepresidente de Ocio Nocturno de la Federación Provincial de Empresario de Hostelería (Feprohos), asegura que "las sensaciones han sido muy positivas. Hubo un incremento de personas con respecto al año pasado bastante importante. La gente ya tenía ganas de celebrar algo bueno y la noche de fin de año es la ideal para ello".
Desde la asociación afirman que se ha cogido "la carrerilla que se necesitaba para salir del bache", ya que en la mayoría de los ámbitos se han producido importantes incrementos en las cifras de ventas e ingresos.
