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La nave de rederos de O Berbés se destinará a oficinas de empresas portuarias

La decisión del presidente del Puerto entierra "Portocultura", el proyecto paralizado por el Concello que contemplaba el uso ciudadano del inmueble - Veiga: "Tenerlo así no es presentable y hay demanda de empresas para abrir despachos"

Exterior de El Tinglado, la segunda terminal de cruceros. // M. G. B.

El Puerto ya lo tiene decidido y hablado con el Concello: la nave de rederos de O Berbés se destinará a oficinas vinculadas a la actividad portuaria. El planteamiento del nuevo presidente de la Autoridad Portuaria supone el entierro definitivo de "Portocultura", el proyecto que contemplaba el uso ciudadano del inmueble para transformarlo en una suerte de centro de interpretación de la historia de Vigo a través del mar. Al igual que las de El Tinglado en la antigua nave de la fruta, las obras en las dependencias de O Berbés quedaron sin terminar hace cinco años por una orden municipal que luego avalaron los tribunales precisamente por incumplir el Plan Especial del Puerto. "No es presentable la imagen que da ese edificio y tengo demanda de empresas para oficinas", justificó a este periódico.

Ahora que se elaborará un nuevo Plan Especial, el equivalente el PXOM portuario, en teoría López Veiga dispondría de una oportunidad de legalizar las obras paralizadas. Sin embargo, el mandatario del Puerto desvinculó esta semana, y de forma reiterada, el inicio de la redacción del Plan Especial del intento por salvar los proyectos de El Tinglado y Portocultura. Aparte del excesivo tiempo que tardaría en disponer de la ordenación urbanística -la previsión más optimista habla de 2018, como mínimo, porque deberá aprobarlo el Pleno de la Corporación-, la comunidad portuaria demanda en estos momentos espacio para almacenar mercancías y para oficinas a lo que Veiga quiere dar prioridad por encima de cualquier otra cosa, sobre todo si tiene poco que ver con la actividad marítima o supone un sacrificio de suelo o instalaciones para ceder a la ciudad.

Por estas dos actuaciones inconclusas se habían enfrentado los anteriores inquilinos de Praza da Estrela con el alcalde, pero Veiga ha optado por evitar esta clase de conflictos. En los dos meses escasos que lleva en el cargo ha encarrilado el desbloqueo de estos litigios por la vía de la negociación aun consciente de que su entendimiento con el regidor Abel Caballero genera suspicacias en su partido, el PP.

"Da una mala imagen y es un lujo tener ahí en O Berbés un espacio sin usar cuando estamos buscando sitio hasta debajo de las piedras, incluso nos planteamos rescatar concesiones que no se emplean para lo que fueron concedidas pese a que nos pagan la ocupación", argumenta el presidente del Puerto para demostrar su determinación con el uso que le quiere dar a esa nave. Con 2.250 metros cuadrados de superficie, el inmueble permitiría acoger además de oficinas otros servicios para los que también hay peticiones formuladas a la Autoridad Portuaria. No solo por la amplitud sino también por la distribución que quedó a medio hacer, los técnicos del Puerto barajan varias posibilidades para sacarle el máximo rendimiento a la edificación. Veiga precisa que en el caso este inmueble "es más complicado" decidir los usos puesto que deben ser compatibles con la relación "puerto-ciudad", como así figura reservada en la Delimitación de Espacios y Usos Portuarios (Deup). "Estamos dándole vueltas, aunque lo principal serán oficinas", revela.

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