El servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Chuvi ha utilizado una técnica novedosa en cuatro pacientes para el tratamiento de aneurismas complejos en la aorta. El resultado ha sido cuatro casos de éxito. Gracias a una prótesis fabricada en exclusiva para cada paciente, han conseguido que la dilatación de esta arteria se frene y por lo tanto no se rompa provocando la muerte del paciente.

La aorta es una de las principales arterias del organismo. Cuando se dilata provoca un aneurisma, una dolencia que puede ser mortal en caso de que se rompa. Cuando los aneurismas afectan a las arterias que llevan sangre a órganos como riñones, hígado e intestinos su reparación es más compleja y la cirugía tradicional supone un riesgo alto para el paciente. "Hace unos años no se podían intervenir o si se hacía tenía una alta tasa de mortalidad", explica el jefe de servicio José Manuel Encisa de Sá.

La nueva técnica es más segura porque les permite ofrecer una cirugía con menos riesgos. Se realiza a través de una prótesis, fabricada a medida del paciente. Tiene unos pequeños orificios que se hacen coincidir con las arterias del enfermo y a través de ellos se liberan una especie de muelles que forran la pared interna de la arteria. Con esta intervención de máxima precisión se impide que el aneurisma continúe creciendo ya que la sangre deja de ejercer presión sobre la zona.

Con esta técnica se evita entrar en el tórax o la cavidad abdominal del enfermo, por lo que disminuye las posibilidades de complicaciones, especialmente en pacientes de alto riesgo, como pueden ser los pacientes de edad avanzada o en los que el aneurisma se haya desarrollado mucho.

El equipo médico dirigido por Encisa viene realizando estas intervenciones desde hace un año. "Son tratamientos especiales que no puedes desarrollar sin tener una experiencia en cirugías y tratamientos convencionales", explica Encisa. Por este motivo son pocos los centros que realizan esta técnica a nivel nacional. El Chuvi tiene una amplia práctica tanto en el tratamiento de aneurismas de aorta abdominal, con cientos de pacientes tratados, como en cirugía convencional y colocación de prótesis internas.

Además de los cuatro pacientes vigueses, existen algunos estudios en España que demuestran la efectividad de esta técnica frente a la intervención clásica: la tasa de mortalidad está entre el 3 y el 9% en los primeros 30 días, frente a porcentajes de entre el 15 y el 27% que se daban en pacientes intervenidos con cirugía abierta.