Pablo Morell y su mujer Ana son uno de los cerca de 600 afectados en el barrio vigués de Navia por la pérdida de la subsidiación de los préstamos VPO.
Años atrás decidieron vender el piso de 60 metros cuadrados en el que residían con sus tres hijos y adquirir una vivienda protegida que se adecuara más a su capacidad económica. La hipoteca de su nueva casa era de 450 euros, una cantidad que, gracias a las ayudas que recibían, sí podían hacer frente.
El problema llegó cuando en el año 2013 se les quitó dicha ayuda y tuvieron que pasar a pagar íntegramente el total de la cuantía mensual hipotecaria.
"No nos imaginamos que esto nos fuera a pasar, de saberlo, te aseguro que no nos hubiéramos metido en la compra del piso", explica el afectado Pablo Morell.
"Somos autónomos y familia numerosa, necesitábamos algo asequible dónde poder residir y en las viviendas protegidas vimos la solución, pero porque nos aseguraron las ayudas".
A día de hoy asegura que el pago completo de la mensualidad de la hipoteca, 450 euros, se les hace muy costosa ya que además cuentan con más intereses que si se tratase de una vivienda libre. Pensaron en la idea de vender el piso en el que ahora residen pero las condiciones son muy estrictas. "No podemos vendérselo a cualquiera. Las personas que opten a él tiene que cumplir, como nosotros, una serie de requisitos. Nosotros tenemos una obligación con este piso. También teníamos unos derechos que nos han quitado y que nos obligan a pagar más. Es muy injusto", explica el residente de una de las viviendas de protección oficial sita en calle Teixugueiras.
"Solo pedimos la vuelta de las ayudas y creemos que eso puede lograrse con un cambio en el gobierno central. El resto de partidos sí prometieron la vuelta al subsidio y es a lo que nos aferramos para seguir viviendo sin problemas", concluye Pablo Morell.
