Un millar de vigueses marchó ayer por las calles de la ciudad hasta el hospital Álvaro Cunqueiro bajo el lema: "Pola sanidade pública". Los asistentes exigían a la Xunta y a la dirección del centro una revisión del modelo de gestión del nuevo hospital. Para ello, los sindicatos instan al conselleiro de Sanidad, Jesús Vázquez Almuíña, a que convoque a las comisiones de los trabajadores.

La marcha organizada por la junta de personal del Chuvi partió desde Plaza América para tomar la avenida de Castrelos y continuar por la carretera Clara Campoamor. Las cuestas no amilanaron a los vigueses que gritaron un claro "no a la privatización". El presidente de la junta de personal, Ángel Cameselle, definió la marcha como "lúdico festiva, pero reivindicativa": "Después del tiempo que ha tenido el nuevo conselleiro de Sanidad para conocer todos los problemas de Vigo y tras la reunión que tuvimos en Santiago, creemos que llegó el momento de que empiece a solucionar los problemas".

Los asistentes a la marcha pidieron al conselleiro que se reúna con la junta de personal, que representa a los trabajadores; con la comisión técnico asistencial, formada por personal facultativo, de enfermería y no sanitario; y con la comisión de participación hospitalaria, que acoge a asociaciones vecinales, concellos del área sanitaria y al colegio de Farmacia. Todos solicitan este encuentro de manera urgente ya que "la comisión técnica no se reúne desde 2008 y la de participación desde hace cinco años". Cameselle considera una "equivocación" que Vázquez Almuíña esté "hablando solo con los jefes de servicio" porque dice "son los únicos que parecen no ver los inconvenientes" en la gestión del centro.

Cameselle valoró positivamente los pasos dados desde la Consellería para alcanzar acuerdos en el funcionamiento del hospital, como el conseguido en relación con los celadores, los cuales recuperarán en un mes las funciones de transporte interno de muestras y material específico que denuciaron haber perdido con el traslado. Sin embargo, el presidente señaló que todavía queda "una serie de problemas por resolver como los que tienen que ver con la falta de un laboratorio central, las colas a la hora de coger citas, la demora en las listas de espera, las comidas de los usuarios o el aparcamiento". También recordó que deficiencias como la del servicio de esterilización han desenbocado en la cancelación de operaciones con el consecuente perjuicio para los enfermos.

Las diferencias en cuanto al modelo sanitario son "insalvables" entre la Xunta y el personal del centro, reconoció Cameselle, pero los sindicatos se muestran abiertos a una negociación para mejorar el servicio a los pacientes. "En el modelo de gestión sé que no hay acuerdo, es una cuestión política, pero hoy en día el principal problema es que no se atiende a los usuarios", explicó Cameselle. También señaló que existe una importante falta de personal que achaca directamente "al pago del canon de la gestión público privada".