Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los hosteleros de Bouzas pierden un tercio de sus ingresos cada semana sin feria

La asociaciones de la villa y de Coia respaldan la suspensión hasta garantizar la seguridad

Clientes en una de las últimas ediciones de la feria de Bouzas. // Marta G. Brea

"Por encima de todo está la seguridad de los ciudadanos". Así de tajantes se muestran las asociaciones de vecinos de Bouzas y Cristo de la Victoria de Coia, que manifiestan su "absoluto" respaldo a la medida ordenada por el Concello de suspender los mercadillos semanales. Eso sí, reclaman medidas "drásticas" para resolver la "compleja" situación, que no solo afecta a los vendedores ambulantes, sino que está repercutiendo en la economía de estas zonas. En especial, en la de la villa marinera, cuyo reclamo principal es precisamente la feria. Hoy es el tercer domingo que no se celebra. La hostelería pierde alrededor de un tercio de sus ingresos cada semana que no se celebra.

"El problema es grave y complicado", entiende el presidente de la Asociación de Vecinos de Bouzas, José Manuel Vidal. Destaca el apoyo "total" a la decisión del Concello, a pesar de que esta le perjudica, y mucho. Es hostelero y la medida está repercutiendo en su negocio. Él fue uno de los promotores de esta feria, que se celebra desde 1992. Recuerda que se creó para dinamizar la economía de la villa y logró su objetivo, convirtiéndose en su principal foco de atracción. "Quizá sea la más grande de Galicia", sostiene y calcula en 300 los puestos. Aprovechando la clientela que arrastra, los domingos "abre todo Bouzas". En las dos últimas jornadas, sin el mercadillo, Vidal ha percibido un descenso de gente de un 40%, que afecta, entre otros, a floristerías, fruterías, panaderías, quioscos y, sobre todo, a la hostelería. Estos locales "con los domingos levantan toda la semana", explica la presidenta de la asociación de comerciantes, Pilar Cambeiro. "Es el balón de oxígeno", coincide Vidal, que cifra en un 30% la caída de la facturación cada semana que pasan sin feria.

Además, llega en un mal momento. Tras varios fines de semana de lluvias, no pueden aprovechar el buen tiempo de los últimos para levantar la caja antes de que se adentren en el "duro" invierno. "Para nosotros es un palo muy grande, pero "lo primero es la seguridad".

"¿De verdad que no se puede hacer nada con esta gente?´", pregunta Cambeiro en referencia a los colectivos que protagonizan los altercados. La presidenta de los comerciantes destaca que, entre los vendedores ambulantes, hay autónomos no vinculados a estos clanes y que dependen de la feria para subsistir. También en este aspecto incide Marisol Polo, presidenta de la Asociación de Vecinos Cristo da Victoria de Coia. "Hay familias que no tienen nada que ver con todo esto y que lo están pasando mal", resalta. "Legalmente, me parece una idea genial", opina sobre la suspensión del mercado semanal, pero pide una solución rápida. "A lo mejor, abrirlo solo para los que no tienen nada que ver con esto", propone, aunque destaca que lo mejor es que "los implicados busquen un punto de encuentro y dejen vivir a todo el mundo".

Polo cifra entorno a 140 los puestos que los miércoles se reúnen en Coia. En el entorno hay unos catorce locales de hostelería para los que los miércoles suponían un alivio económico. "Si no tenemos un fin de semana fuerte, el resto de días son muy flojos y los miércoles son nuestro sustento", cuentan desde la Casa Serodio y añade: "Si no vendemos desayunos, no compramos bollería ni leche ni embutidos... Toda la zona pierde".

O Feirón solicita una nueva ubicación

  • No son parte de la feria de Bouzas, pero se celebra en domingo en la vía pública de la villa marinera igual que ella. De ahí que la suspensión del Concello también les afecte y O Feirón se haya convertido en otro de los damnificados por los conflictos entre feriantes gitanos.Este mercadillo de actividades artísticas y musicales, que se celebra en la Alameda de Eduardo Cabello el primer y el tercer domingo de cada mes, lleva dos semanas demorando su cita. Son 40 las propuestas de artesanía, complementos, antigüedades, coleccionismo o repostería que están pendientes para participar y que ya han abonado su cuota. Además del concierto programado y las actividades preparadas para niños que se han tenido que posponer. "Mucha gente vive de esto", lamenta Begoña Raña, una de las organizadoras. Ante esta situación y, como no están vinculados a la feria, los organizadores han solicitado una entrevista al Concello para solicitar que les reubiquen en otro espacio. Si esto sucede, se plantean cambiar de nombre e imagen gráfica.

Francisco Romero - Pte. de Ambulantes e Autónomos (AGAA)

"Para nosotros el perjuicio es incalculable. Pedimos que se recupere de forma inmediata"

"Hay inquietud. Estamos pendientes de cualquier ruido. No hay alegría y la feria siempre fue una fiesta". Este es el ambiente que se respira en los mercadillos del área viguesa, como el que ayer se celebró en Ponteareas. Lo describe Francisco Romero Alvite, el presidente de la Asociación Galega de Ambulantes e Autónomos (AGAA). A diferencias de las asociaciones de vecinos de Coia y Bouzas, su colectivo critica la suspensión de las ferias semanales en la ciudad de Vigo y reclama su "inmediata recuperación".

Romero argumenta que "nunca va a haber una garantía total de seguridad". Propone que se celebren con presencia policial y que, si se producen altercados, los agentes actúen contra ellos de forma efectiva para "imponer el estado de derecho".

El perjuicio que esta situación está suponiendo a los vendedores ambulantes lo considera "incalculable". Resalta que, sobre todo la de Bouzas, pero también la de Coia, son "dos mercadillos económicamente muy potentes", al celebrarse en la ciudad más poblada de Galicia. Para dar una idea aproximada de lo que supone, señala que una persona que vaya a los dos está perdiendo el 60% de su facturación semanal. Añade que la situación se agrava si se tiene en cuenta de que es la época de "hacer colchón".

Optar por otros mercados que se celebren en esos mismos días -San Cosme y Mondariz, los domingos o Salceda de Caselas y Tomiño, los miércoles- no les supone alivio. "Nos juntamos allí todos, se saturan los mercados y en el reparto salimos peor", explica.

Como una de las medidas para reconducir la situación, Romero Alvite pide al Concello que retome la tramitación de la documentación de los vendedores ambulantes en el municipio.

Compartir el artículo

stats