El conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, se mostró ayer dispuesto a introducir cambios en el nuevo hospital de Vigo, en relación a la tensión con los colectivos que denuncian deficiencias. "Estamos abiertos a hacer las modificaciones necesarias", afirmó.

Almuiña señaló en una entrevista radiofónica que en el nuevo hospital puede faltar "algún enchufe, una toma de datos o una mampara", por lo que consideró normales esas deficiencias en un proyecto de tal envergadura. El conselleiro emplazó a recordar cómo eran las instalaciones del servicio de urgencias en el Hospital Xeral y cómo son las actuales, para a continuación admitir que está pendiente "dotar de alma y vida al nuevo edificio, porque se está en fase de adaptación".

El conselleiro defendió el carácter público de la asistencia sanitaria que se presta en el Cunqueiro. Sobre la construcción, justificó la fórmula de financiación público-privada, al argumentar que la han puesto en marcha otras comunidades autónomas "de diferentes signos políticos".

El nuevo titular de la sanidad gallega ha comparado los cuatro años que ha costado levantar el hospital vigués con los doce que duró otro proyecto, el del complejo de Lugo.

Por otra parte, en cuanto a la gestión del posible caso de ébola detectado en A Coruña, rechazó que haya sido alarmista y sostuvo que tanto el personal del Hospital Meixoeiro, como el del 061 y el CHUAC, hicieron un "trabajo perfecto".