La Policía Nacional ha remitido al Juzgado de Instrucción 1, en funciones de guardia, el atestado del tiroteo del martes a tres vehículos de vendedores ambulantes en pleno cinturón de circunvalación en Valladares, que se saldó con un herido leve. En principio el informe se remite "sin autor conocido" de los disparos y la magistrada ha abierto diligencias a la espera de que la investigación pueda aportar datos sobre los sospechosos, pues en caso contrario tendrían que ser sobreseídas a la espera de que se identifique a los culpables.

El temor de posibles testigos a verse envueltos en un conflicto entre etnias gitanas de Morones y zamoranos, hace que la figura del testigo protegido pueda ser clave para resolver el caso, de ahí que apenas trasciendan datos sobre lo ocurrido, si bien las fuerzas de seguridad habrían identificado al menos a dos de los ocupantes de los vehículos que acribillaron a balazos a tres furgonetas de los zamoranos. A la espera de que las pruebas de balística permitan establecer si la treintena de tiros fueron disparados por una o dos armas, los gitanos ambulantes volvían ayer a los mercadillos que no han sido suspendidos.

Los zamoranos acudieron a la feria de A Guarda, que transcurrió sin incidentes pese a que también había algún vendedor del otro clan, y Sinaí Giménez, líder de los Morones y varios familiares instalaron su puesto en la feria de Moaña. Aunque los zamoranos apuntan que los disparos proceden del entorno de los morones en represalia por la agresión que sufrieron una semana antes en Cangas, Sinaí Giménez fue ayer tajante y atribuyó el tiroteo a riñas entre los propios zamoranos: "Nosotros no conocemos nada. Hay que tener en cuenta que también hay una niña violada y que su familia dijo que eso no iba a quedar así. No digo que fueran ellos, pero existe ese conflicto y el de los niños rumanos robados. Si pretendiésemos hacer algo no estaría ese día poniendo una denuncia en el juzgado de Vigo". En cuanto a la posible retirada de su licencia y la orden de alejamiento que el Concello de Cangas pretende para él y otros tres implicados en la reyerta del mercadillo, Sinaí alega que él y su familia fueron los agredidos aquel día por los zamoranos: "Quedarnos sin licencias, naranjas de la china, el caso está en manos de nuestros abogados".