Beatriz Sánchez fue otra de las afectadas, pero ella por partida doble, ya que posee dos locales en el Mercado. Abrió su puesto hace una semana. "Me hubiese gustado esperar por mis compañeras, pero un año parada no es vivir, necesitaba abrir sí o sí", relata Sánchez.

La comerciante reconoce lo duros que fueron los casi 12 meses que ha tenido que cerrar sus locales. "Fatal, fue horrible. Tu escuchabas hablar mal del mercado y de la gente que trabajaba ahí y te dolía todavía más, porque nosotros no hicimos nada malo. Por suerte hubo mucha gente que sí nos creyó y confió en nosotros y esperamos que cuando volvamos a abrir todos, vuelvan a llenarse los comercios. Por ahora somos muy pocos y cuesta arrancar", explica.

La ropa que se vende en el puesto de Beatriz Sánchez, como bien explica ella, "es ropa de marca y de marca española, con su factura y con su todo para que no vuelva haber problemas. No podemos permitir que vuelva a suceder".