El mercado de A Pedra recupera su pulso. Aunque todavía con un ritmo delicado y trémulo. A punto de cumplirse un año de la macrorredada de la operación Cuarzo -contra la venta de ropa de marcas falsificadas-, una parte de los comerciantes que entonces vieron cómo se precintaban sus puestos han decidido retomar la actividad. Ayer abrieron sus puertas cinco tiendas de la aproximadamente decena y media que recibieron permiso del juzgado en los últimos meses para romper su precinto. De esos cinco negocios, los dos primeros levantaron la verja entre mediados y finales de septiembre y los tres restantes la semana pasada. El objetivo, explica Beatriz Sánchez -una de las primeras autónomas que regresó a su mostrador en A Pedra- es recuperar la normalidad poco a poco tras padecer un largo y tedioso cierre obligado que ha minado sus economías.

A lo largo de los próximos días y semanas es previsible que el número de puestos abiertos vaya aumentando. En lo que resta de octubre se espera todavía el atraque de varios cruceros -sus pasajeros son claves para el del mercado- y los autónomos tienen la vista puesta ya en la campaña de navidad, tras haber perdido la de verano, la más importante en volumen de facturación. La mayoría de los puestos precintados tras la macrorredada cumplirán este viernes un año con las puertas cerradas, sin actividad, sin ingresos, pero con una cuenta de gastos que no ha dejado de aumentar -sus titulares siguen pagando canon, electricidad y seguridad, además de las minutas de los abogados-.

El juzgado ha dado ya luz verde a alrededor de una decena y media de autónomos para que retomen su actividad. La mayoría sin embargo ha preferido esperar, desanimados ante la perspectiva de volver a un mercado donde todavía permanecen con el pestillo puesto una treintena de locales. Hace varios meses los comerciantes valoraron fórmulas alternativas para relanzar A Pedra, como convertirla en un outlet dedicado a la venta de productos merchandising y gourmet. De momento, sin embargo, el colectivo todavía no ha alcanzado ningún acuerdo.

En una entrevista publicada por FARO hace dos semanas, el gerente de la asociación Vigo Vello -que aglutina a los comerciantes de A Pedra, así como al resto de negocios del casco histórico-, Anxo Méndez, confiaba en que el mercado recuperase parte de su actividad en diciembre. "Mi objetivo es que a partir del puente de la Inmaculada, o incluso antes, podamos tener ya un grupo potente de comerciantes, unos 20, como poco, que estén funcionando y vuelvan a reabrir el mercado", zanjaba.

La macrorredada de la operación Cuarzo se realizó el 15 de octubre de 2014 con un impresionante despliegue policial. Casi un centenar de agentes tomaron el Casco Vello en una operación que se saldó, finalmente, con 20.000 prendas de ropa incautadas; 65 imputados y 40 locales precintados por orden judicial. Aunque la "Cuarzo" no fue la primera intervención policial en el mercado para luchar contra las falsificaciones, sí fue la que le asestó un golpe más duro. "El daño que se hizo a A Pedra es injustificado", lamenta Méndez, quien alerta del "descrédito comercial" sufrido.