Contra el calor nada como un helado. Y si es de chocolate, mejor. Y es que frente a las nuevas recetas y a la originalidad de los maestros heladeros, este sigue siendo el sabor más vendido en Vigo para los amantes de este postre. A la venta hay muchos otros claro, y las recetas más originales como helado de vinagre o de tetilla llaman la atención y se acaban vendiendo sin embargo, el que siempre se termina y por suerte se repone, es el tradicional realizado con cacao.
Giorgio Bontempi, propietario de la franquicia Panna e Fragola, admite que el final del verano "es un bajón" en lo que a ventas se refiere, aunque reconoce que el consumo de este refrescante postre fuera del periodo estival crece con el paso de los años. Este heladero italiano cuenta con ingredientes naturales con los que elabora a diario cerca de 100 kilos de helado. Además de los sabores tradicionales como vainilla, stracciatella o turrón, Bontempi introduce nuevas recetas cada verano. Este año tiene un helado que arrasa y que responde a la frase más típica de su idioma natal: Mamma Mia. Así se llama esta mezcla de galleta y canela que ya se encuentra entre los más vendidos de la heladería. Otro de los sabores que está teniendo éxito es el helado de Mojito, con un intenso sabor a hierbabuena.
Giorgio, residente en España desde hace ocho años, no ceja en su empeño de crear nuevas recetas, aunque confiesa que su verdadero reto es eliminar el prejuicio de que "los helados engordan o son sólo para el verano". Buscando acabar con este recelo, Panna y Fragola ya ofrece helados sin azúcar, elaborados con Stevia, y otros sin grasa, que eliminan del todo la nata de la receta. Por otro lado, recuerda Bontempi, los que llevan la nata llevan suficiente grasa como para "consumirlos incluso en el invierno".
Un poco más abajo, en la calle Rosalía de Castro, se encuentra Helada Madrina, una heladería artesana que Ezequiel Mera abrió hace un año y que ya cuenta con un puñado de incondicionales. Mera tiene predilección por las frutas, por lo que en su escaparate destacan creaciones a base de maracuyá, mango, cereza o limón. Ahora está preparando dos nuevas variedades, helado de yuzu, una fruta procedente de Japón, y otro con calamansí, un fruto que debe importar desde Filipinas.
Aunque le gusta "innovar" en sus recetas, también asegura que hay que "hacer helados que se puedan comer". Ahora cuenta con sabores como tetilla y membrillo, donut o yogur griego con higos caramelizados, sabores que reinventan el helado de siempre pero que no se escapan de lo tradicional, explica. Un dato importante, afirma, es "adaptar el dulzor del helado a la zona geográfica". Y aquí en Galicia, explica, "nos gustan los helados menos dulces que en el sur, por ejemplo". Otro de los aspectos que Helada Madrina tiene en cuenta son las intolerancias. La mayor parte de sus helados lo pueden consumir personas celíacas, pero además utiliza leche ecológica en prácticamente todas sus elaboraciones e ingredientes de temporada y de cultivo cercano.
Y si hay que hablar de una heladería mítica en Vigo, esa es Capri, ubicada en la Plaza de Compostela. Allí, el italiano Giovanni Carlo de Cesero continúa el legado que un día comenzó su padre Marcos. Esta heladería lleva 59 años endulzando a los que se acercan a probar sus creaciones.
Los tiempos cambian, asegura, y por suerte, "el consumo de helado es cada vez mayor". Su padre, hace años, sólo abría la heladería durante el verano. Ahora, Carlo abre todo el año. Este maestro heladero también busca renovar su carta de helados cada temporada. Para la presente cuenta, entre sus nuevas recetas, con chocolate negro chapapote o Kinder Bueno. Asegura que su helado es "muy bueno", ya que no utiliza aire en la preparación, lo que los hace "más pesados, más fríos y, claro, más ricos". Giovanni no escapa de renovar este postre. En el pasado realizó el helado de vinagre de Módena, que tuvo "una gran acogida", y claro, ante la demanda, ya está pensando en ofertarlo de nuevo.
Atendiendo a la clientela actual, esta heladería también cuenta con recetas sin lactosa, otras sin gluten y otras sin azúcar. Confirmando las palabras de sus compañeros de oficio, afirma que "el chocolate sigue siendo el más vendido" y que, en cuanto a sus compradores más fieles, "los más pequeños son los que mandan", sentencia.
