Un total de 48 mujeres, ataviadas con sus mejores galas, se subieron ayer a sus coches de época para participar en la VIII edición del Rally das Donas. El punto de partida fue el Centro Comercial Gran Vía y, el final de trayecto, el Casino de Sabarís. Alrededor de cuatros horas de competición para unir a mujeres de todas las edades y profesiones con un sentimiento común: la pasión por los coches. Los hombres estaban vetados en este premio ya que sólo podían participar en la organización.
La prueba se celebra en la modalidad de regularidad no deportiva para vehículos clásicos, de más de 25 años, donde lo que prima no es la velocidad (ya que no pueden ir a más de 50 km/hora) sino mantener una velocidad media, la táctica, la orientación y la compenetración entre piloto y copiloto. En este rally no sólo se valora la competición, sino también la estética. Las cinco parejas que con el mejor atuendo y el que mejor se compenetre con su coche y la época, también tienen premio.
Las participantes
Los 24 coches que se anotaron este año presumieron de color y forma ante una fauna de fotógrafos deseosos de sacarse una instantánea con esas joyas. Se pudieron ver Porsche, Mercedes, Seat, Alfa Romeo o Renault. Las 48 conductoras y sus acompañantes se vistieron acordes a la cita para pasar un buen rato y, a ser posible, llegar a la meta de primeras.
Las gemelas Figueroa, primerizas en el torneo pero con sobrada motivación para participar en el certamen, lucieron el auténtico traje de la competición automovilística y apostaron por el rojo para ir a juego con su Ford Escort de los años 70. A su lado las amigas Susana Prieto y Raquel Lorenzo, que ya conocen la competición. "Empezamos hace dos años y no nos la perdemos", dice Susana. Aunque la competición les gusta, ellas a lo que vienen es "a pasarlo bien", afirman entusiasmadas.
Otras primerizas en este rally pero de sobra experimentadas en las competiciones mixtas, son Mª Carmen y Teresa, que ya acumulan unas cuantas con su Porsche Targard. Estas dos amigas, aunque compitan en modalidades mixtas "siempre vamos juntas", dicen, y su objetivo es siempre el mismo: "Yo quiero ganar", dice Mª Carmen. Con el cielo encapotado y la previsión de lluvia, Teresa sólo pedía que no cayera el chaparrón: "si llueve nuestro coche se va de atrás, esperemos que el tiempo acompañe".
Lo que más abunda en las parejas de conducción son las formadas por amigas. Otra de las que compitió fue la formada por Pilar y Eva, que se estrenaban ayer como participantes en un rally. Aunque primerizas en protagonizar la competición, llevan años viviendo los rallys de cerca: "Mi marido participa en algunos y este año decidimos animarnos nosotras", dice Pilar.
Su compañera Eva confía en la suerte del principiante y apuesta por la victoria: "venimos a ganar".
Delante de un flamante Alfa Romeo del 74 están Mª Carmen y Mónica, dos primas que participan por tercera vez en el Rally das Donas. Fueron las ganadoras de vestuario el pasado año y en esta ocasión no iban a ponérselo nada fácil al resto de participantes.
En un mítico 600 están Mª Carmen e Isabel dos amigas que empezaron a competir por la afición de sus maridos y que, poco a poco, le fueron "cogiendo el gusto". Su coche, de 1970, fue rescatado y poco a poco lo fueron restaurando hasta ser lo que es hoy ya que estaba "destrozado", dice Mª Carmen.
Y al borde de un Triumph "prestado", estaban Marisol y Dolores. Dolores admitía antes de empezar que estaba "histérica" porque la noche anterior se les había estropeado su coche y habían ido con otro que les habían prestado a última hora. "Y uno siempre le tiene más cariño a su coche", bromeaba Isabel. No eran nuevas en el Rally de mujeres, ni tampoco en otros mixtos, donde ya se alzaron con diferentes premio.
