Los alumnos de tercero de E.S.O. que han conseguido una de las 416 becas de inmersión lingüística en inglés, que concede el Ayuntamiento, asistieron ayer a un acto informativo en el Auditorio Mar de Vigo. Padres, madres y estudiantes descubrieron alguno de los pormenores del viaje de tres semanas que realizarán los chicos -de entre 14 y 15 años- a Irlanda o Inglaterra, pero sobre todo sirvió como calmante para los nerviosos progenitores.

El alcalde de la ciudad, Abel Caballero, dio la bienvenida a las familias -unas 1.000 personas- adjudicatarias de las becas Vigo en Inglés. Lo acompañaron también Pedro Vázquez, del servicio de Educación, Olga Alonso, concejala de Educación y Chema Pascual, responsable de la empresa Newlink, encargada del programa educativo. "Es un programa al que yo le tengo un particular cariño", confesó el alcalde, "el mejor dinero gastado en esta ciudad". El Ayuntamiento cubre la cuantía de la estancia, valorada en 2.400 euros, según la renta de cada familia: lo máximo que puede llegar a pagar un alumno son 600 euros.

Caballero garantizó a los padres la seguridad del programa y se dirigió a los chicos para animarlos en el estudio de la lengua extranjera: "Hice un posgrado en en una universidad inglesa y no hablaba una palabra de ingles, aquello fue difícil pero me sirvió para comprender su importancia". El alcalde aprovechó la ocasión para anunciar su intención de aumentar el presupuesto de las becas. Este año, 106 alumnos se quedaron en la lista de espera.

Los estudiantes, todos pertenecientes a centros sostenidos con fondos públicos, viajarán entre el 20 y el 21 de septiembre. Pero antes de eso, deberán pasar por un curso intensivo de inglés que se impartirá como parte del programa del 7 al 11 del mismo mes.

Una vez en sus destinos, los menores se alojarán con familias nativas de acogida y asistirán a clases en un instituto local. En el acto se les advirtió de las particularidades del sistema educativo que van a encontrar y de curiosidades que les pueden llamar la atención, como que los institutos irlandeses están, en su mayoría, segregados por sexos.

Durante las tres semanas también realizarán actividades extraescolares ya programadas para que la inmersión en la cultura inglesa e irlandesa sea completa. Las becas persiguen, según explicó Pascul, "la mejora de la competencia lingüística", pero no solo eso, también "una experiencia de madurez" .