La anterior vez que el periódico The Guardian se pronunció sobre Cíes lo hizo en febrero de 2007 al elegir a Rodas como la mejor playa del mundo. Los guardas del Parque Nacional, encargados de garantizar el equilibrio entre la afluencia de turistas y la conservación de los valores naturales del territorio insular, tienen muy presente esa fecha. "Desde entonces nos aumentó el trabajo", afirman quejosos. Su comentario refiere el tremendo impacto publicitario que tuvo la distinción del rotativo británico, cuya difusión se quintuplicó al hacerse eco el resto de medios de comunicación gallegos y españoles. A partir de ese momento, la proyección del archipiélago vigués dio un salto internacional que se tradujo en un notable aumento de turistas foráneos.

El autor de aquel reportaje publicado en la sección Viajar del diario londinense, Gavin McOwan, describía a Rodas como "una perfecta medialuna suave y pálida y cubierta por pequeñas dunas abrigadas por un tranquilo lago de agua limpia como el cristal". Y llegó a la conclusión de que estaba ante la más bella playa del mundo tras recorrer arenales idílicos de Brasil, Australia o Colombia. Casi nada.

Que Cíes sume ahora otro reconocimiento, esta vez como isla, podría contribuir, además, a respaldar su candidatura a Patrimonio de la Humanidad.