Tráfico extenderá a la autopista la ofensiva contra la velocidad en las principales vías de comunicación de la ciudad que inició este año con nuevos radares, y de más funciones, en la autovía Vigo-Porriño. La dirección general se propone vigilar los excesos al volante en tres kilómetros de la AP-9, entre A Madroa y Candeán, en ambos sentidos y túneles incluidos, a través de un radar de tramo. Apoyándose en cámaras ubicadas al principio y al final, este sistema calcula la marcha media que llevó el vehículo durante el recorrido en función del tiempo que tardó en completarlo, y emite la sanción si supera el límite establecido en 90 km/h. Su instalación está prevista para el próximo mes de abril.
Este radar de tramo figura incluido en la planificación de la DGT para este año. La colocación de los sistemas se ha programado para abordarla entre marzo y abril, aunque fuentes de Tráfico precisaron a este periódico que su entrada en funcionamiento podría retrasarse. "Este sistema en concreto requiere mayores comprobaciones que un radar normal", razonan. Sería el quinto de tramo que opere en Galicia y el segundo que lo hace en una autopista. La AP-9 fue el primer vial de la comunidad autónoma en contar con un tramo de velocidad vigilada, y también en túnel: el de O Sartego (cerca de Ferrol), en 2012. A éste se añadieron otros tres, el año pasado, en autovías de las provincias de A Coruña y Lugo (A-8, AG-55 y AG-64) que controlan trayectos de 3 a 9 kilómetros.
A diferencia de estos cuatro, el que se proyecta colocar en la Autopista del Atlántico a su paso por el término municipal vigués combina túneles con trazado abierto, "lo que complica la vertiente técnica del sistema y lo encarece", apuntan las citadas fuentes. Los dos tubos suman 1.268 metros -828, el de Candeán; 440, el de A Madroa- y 1.500 metros la distancia entre ellos. Cerca de aquí hay cabinas que ocultan cinemómetros fijos, pero ninguna instalada en el interior de los túneles, donde la velocidad se limita a 90 km/h y así se mantendrá, según las citadas fuentes, cuando funcione el radar de tramo.
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De la eficacia de este sistema da una idea del balance cosechado al poco de estrenarse en la autopista en Ferrol. Se activó en enero y tres meses después había cazado. A pesar de que al igual que los de cabina, y como la ley obliga, su existencia debe indicarse con señales fijas al menos a 500 metros de iniciarse el trayecto controlado, como argumentan los radaristas, "hay quien se cree que con levantar el pie del acelerador basta; y no es así". "Para evitar la multa mejor situarse en la velocidad limitada y en todo el recorrido", aconsejan.
En un radar de tramo, la principal "evidencia" de la sanción se soporta, más que sobre una fotografía, en un resultado matemático. Mediante un sistema de reconocimiento de caracteres (OCR), la "cámara 1" graba la matrícula del vehículo y la hora a la que inicia el trayecto, mientras que la "cámara 2", dotada con el mismo sistema, recaba lo datos de salida para enviarlos en tiempo real a un ordenador central. Este computador calculará la velocidad media para , en caso de superar el límite establecido, enviar por fibra óptica la matrícula al Centro de Automatización de Multas de la DGT en León, que emitirá la correspondiente propuesta de sanción.
La acción de estas sofisticadas cámaras dejan al infractor sin posibilidad de escapatoria. Al estar interconectadas, aun cambiando de carril -entrando por el derecho y saliendo por el izquierdo, por ejemplo-, el conductor que haya pisado de más el acelerador, acabará multado.
Fin a las multas retiradas por salir dos coches en la misma fotografía
- El funcionamiento de los radares de velocidad va perfeccionándose a medida que salen nuevos modelos al mercado, y con ello, también se reducen las posibilidades de que prosperen los recursos presentados por los infractores. Uno de los más frecuentes formulados ante la DGT se basaban en la imposibilidad de distinguir cuál era realmente el vehículo que superaba el límite de velocidad al aparecer dos en la imagen. "En ese caso se retiraban las multas", apuntan fuentes de Tráfico. Los nuevos cinemómetros que operan en la autovía a Porriño (A-55) no ofrecen ese subterfugio. Por muy pegados que circulen, concreta con milimétrica exactitud el vehículo que supera la velocidad.
