El interés de los dueños del Casino La Toja por abrir una sede en Vigo -un proyecto que tienen sobre la mesa desde hace años- les ha llevado a lanzarse ya a la búsqueda de una ubicación. Incluso antes de que la Xunta termine de desarrollar el reglamento que rige el sector y que -con su redacción actual- solo permite un único casino por provincia. El presidente de Egasa -propietaria de la mitad del negocio-, José González Fuentes, reconoce que sondea ya "varias ubicaciones, cuatro o cinco", para abrir la sede en Vigo. "Nos gustaría ponerlo en marcha antes de que finalice el año", concluye González, quien apunta que los trámites de San Caetano para perfilar la normativa del gremio "no deberían demorarse más allá de unos meses".
Fuentes de la Xunta de Galicia reconocen que en la actualidad se está "desarrollando" -en conversaciones con el sector- el reglamento que establecerá cómo abrir la sede. Esa letra pequeña de la normativa esclarecerá las características que tendrá la sala, un detalle que los dueños del Casino La Toja quieren conocer antes de decantarse por una ubicación u otra en Vigo. González se resiste a desvelar cuáles son las opciones que hay sobre la mesa, pero sí reconoce que una de ellas está en Samil. Hace años llegó a apuntarse como una posible opción el Hotel Samil. Además de ese entorno, se barajan emplazamientos "en distintas zonas".
"Pronunciarse antes de que se desarrolle la normativa sería precipitado porque en parte dependerá del reglamento", insiste el presidente de Egasa. Lo que sí tienen claro los propietarios del casino de O Grove son las condiciones que debe cumplir la sede de Vigo: disponer de una superficie que ronde los 3.000 metros cuadrados y un amplio aparcamiento con capacidad para cerca de 300 coches.
La inversión que pondrían para lanzar la sala viguesa oscilaría entre los cinco y los doce millones de euros, dependiendo de la ubicación definitiva. Una cifra no muy alejada de la que se apuntaba a finales del año 2000, cuando se publicaba que los propietarios del casino estarían dispuestos a invertir hasta 2.000 millones de las antiguas pesetas -cerca de doce millones de euros- para reformar el Hotel Samil. Según los cálculos que manejan los propietarios, la apertura de la sala en Vigo generaría más de un centenar de puestos de trabajo, solo en empleados del casino. Aunque -insiste el presidente de Egasa- "la plantilla va a depender mucho de las instalaciones".
A finales de septiembre la Xunta avanzaba su intención de modificar la Lei do Xogo para autorizar la apertura de un casino en la ciudad. La modificación legal se tramitó junto a la Lei de Acompañamento que se lleva a cabo de forma simultánea a la Lei de Orzamentos de 2015. Ahora es necesario desarrollar la normativa específica, un trámite que -reconocen fuentes del Ejecutivo gallego- se lleva a cabo en la actualidad en conversaciones con los profesionales del sector. A pesar de que los trabajos están en marcha, la Xunta declina estimar cuándo estará lista la normativa definitiva. En septiembre de 2014 Presidencia concretaba no obstante que "Vigo podrá contar a partir del próximo año con un casino".
Mercado suficiente
En una entrevista concedida a FARO DE VIGO a finales de septiembre, González argumentaba que "en sitios más pequeños como La Rioja o Extremadura tienen un casino. Creemos que la provincia tiene perfectamente capacidad para mantener dos salas". La sede viguesa se orientaría así hacia el mercado del sur de Galicia y el norte luso. "Sobre todo vemos un mercado potencial muy interesante en Portugal. Allí apenas hay máquinas y si hoy los portugueses ya se desplazan hasta La Toja con mucha más razón y frecuencia visitarán el de Vigo. Las perspectivas son buenas", concluía el presidente de Egasa, que se reparte la propiedad del casino con Cirsa, al 50%.
Los propietarios de la sala de O Grove reiteran su interés por instalarse en Vigo desde hace más de una década. Su reclamación llegó incluso a los tribunales. En 2008 el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) y en 2012 el Supremo concluyeron que un cambio de ubicación requería convocar antes un nuevo concurso. La apertura de la segunda sede exigía así mismo un cambio de la Lei do Xogo. Los técnicos de San Caetano desarrollan ahora el reglamento preciso.
