El molesto pitido de la señal acústica para invidentes de los semáforos pasa a la historia en 14 cruces de Gran Vía. Lo hace gracias a las nuevas tecnologías y sin reducir la seguridad de los discapacitados visuales. Una aplicación instalada en su teléfono móvil, o un pequeño mando que les facilitará el Concello a través de la ONCE, permitirá que la señal se active sólo cuando ellos estén en las inmediaciones y vayan a cruzar. Una vez que lo hagan, el pitido se apagará.

"La señal acústica es una gran ayuda para los invidentes, pero tiene una dificultad, que produce una enorme incomodidad a los vecinos de las viviendas cercanas. Este sistema lo que hace es darle toda la facilidad a la persona invidente y eliminar esa molestia en la medida de los posible", explicó el alcalde, Abel Caballero, junto al concejal de Tráfico, Carlos López Font, durante la demostración del funcionamiento de este mecanismo que se realizó en la calle Luis Braille.

El sistema se activa mediante ondas Bluetooth y se testará en 14 semáforos de cruces de Gran Vía con la calles Paraguay, Brasil, María Berdiales, Urzáiz y Lepanto. Según los técnicos municipales, se eligió esta zona a propuesta de la ONCE. "Estiman que el 45% de los invidentes de la ciudad viven o se mueven a diario por este entorno", señalan.

Actualmente hay 160 pasos de peatones en la ciudad que disponen de la señal acústica para invidentes. Casi todos están dentro del casco urbano. Su horario de funcionamiento ya fue reducido por las quejas vecinales. Suenan entre las siete de la mañana y las once de la noche.