Lleva toda la vida vinculado al tenis y, como médico de la Federación Española de Tenis, desde 1987. Es el médico de confianza Rafael Nadal, pero confiesa que lo que realmente le gusta es la base "donde haces toda la prevención". No en balde, trata al manacorí desde hace 15 años. Ayer fue uno de los ponente de la primera jornada monográfica que se celebra en Galicia sobre Medicina Deportiva, que fue organizada por la clínica Arthros, Vithas Fátima y Gepes.

-Es una especialidad que cada vez cobra más relevancia. ¿Por qué?

-El deporte está de moda y es salud. Hay un cambio en el tipo de vida y el deporte ha cogido mucho protagonismo. Pero también tiene sus riesgos y patologías, y la medicina deportiva está ahí para prevenir. Hay que estar en forma para hacer deporte y la gente se quiere ponerse en forma haciendo deporte.

-¿Entonces, para quien quiera practicar deporte, la primera sesión es en la consulta del médico?

-La primera pregunta es si puedes hacer deporte. En algunos casos, hay sorpresas. Hay gente que hizo deporte de joven, que lo dejó por diversos motivos y que, ahora, con 35 o 40 años vuelve a hacerlo pensando que tiene 20. Si eres apto, adelante. Con profesionales que te orienten, es fuente de salud.

-La medicina deportiva se ha desarrollado vinculada al deporte de élite. ¿En qué fase está ahora?

-Nació asociada al deportista de élite porque empezar con la base era complicado, pero ahora está en todas las áreas, deportes, niveles y edades. Como especialidad, nace en los 90, pero ya había gente antes. Ahora está de moda y goza de buena salud. Hay mucha necesidad de profesionales, porque el deporte de élite es altísimo y la gente cada vez hace más deporte.

-Una de sus ponencias versa sobre la medicación, en la que se ha evolucionado mucho. ¿Cómo es la línea que separa la medicación del doping hoy en día?.

-Está perfectamente definido, regulado y controlado. No existen dudas sobre lo que está prohibido y lo que hay que hacer es no usarlo. En algunos casos, el deportista está más limitado que otra persona, pero también hay excepciones de uso que, si se justifican, las aceptarán. Lo único es que, a veces, pagan justos por pecadores y el sistema es muy estricto. Algunos jugadores nuestros pasan muchísimos controles, más de 20 al año, y es un poco incómodo. Pero es el sistema y hay que respetarlo.

-¿Cuál está siendo el mayor rival de la Armada Española en cuanto a patologías?

-Las de todo el mundo. La que reina ahora es la de cadera y también hay lesiones por sobrecarga mucho más importantes que antes en músculos, tendones, y hueso en zonas donde antes no las teníamos. Sucede porque se entrena más y la competición es más exigente. El tenista español es muy trabajador. Hace mucho que implantamos sistemas de prevención, pero el circuito es muy duro y hay lesiones nuevas y de toda la vida.

-Esta semana reconoció a Rafael Nadal ¿Cómo está?

-Está bien; estable. Ha mejorado de todos sus problemas de rodilla y demás. Es un deportista de altísimo nivel y la exigencia es más alta. En la superélite muchísimos tienen problemas. ¡Rafa lleva 10 años entre el 1 y el 2 del mundo!

-Esta relación que tiene con Nadal la ha tenido con más deportistas en sus 30 años de carrera.

-Empecé con Arantxa y con Conchita, cuando tenían 16 y 17 años. Me han tocado, afortunadamente, las carreras de grandísimos jugadores como Moyá, Ferrero, Corretja, Bruguera? Hemos tenido muchos números uno y dos. Son carreras muy similares y ahí yo les puedo aportar algo de experiencia porque un jugador vive por primera y única vez su carrera. En todas mis relaciones con ellos ha primado la confianza y la amistad con respeto. Ha sido muy sencillo, el tenis español tiene es afortunado de tener grandísimos campeones a la vez que gente muy sencilla y cercana.