El 90% de los ginecólogos del Chuvi suscribieron un manifiesto en contra de la reforma de la ley del aborto que planea el Gobierno, al entender que supone "mayor riesgo médico" y que "aumenta el sufrimiento y padecimiento psicológico". El jefe del servicio, Carlos López Ramón y Cajal, tampoco esta de acuerdo con ella. La considera "muy restrictiva" y aboga por no modificar la legislación actual. No le gusta hablar del aborto como "un derecho o un deber", sino como "un problema social" al que es necesario dar "una solución" y destaca que, en general, en Europa la vigente en España es "la más aceptada".

"Esta ley está solucionando problemas y, sobre todo, en el diagnóstico prenatal", sostiene y plantea: "Cuando hay una malformación importante en el niño, no sé que médico va a poder decir que no hay una solución". López Ramón y Cajal fue el ginecólogo más joven de España, al acceder con 26 años. Cuenta que vivió los primeros abortos protegidos por ley y también los anteriores. "Vi mujeres morir por abortos clandestinos; no podemos volver a eso", subraya. Eran personas de escasos recursos. Las mejor posicionadas, viajaban a Londres. "La calle donde se concentraban estas clínicas era la única en la que se hablaba español", recuerda.