El Parque Nacional de las Islas Atlánticas busca ampliar su proyección internacional de la mano de la Carta Europea de Turismo Sostenible, una red de la que forman parte 107 espacios naturales protegidos, 38 de ellos españoles entre los que se encuentran los gallegos As Fragas do Eume y A Serra do Xurés. La adhesión a esta red, cuya tramitación arrancó ayer con la presentación del proyecto, reportaría a los archipiélagos un "distinto de calidad" que permitirá desarrollar nuevas oportunidades comerciales a las empresas turísticas. Para beneficiarse de este reconocimiento, las operadoras deben comprometerse a desarrollar su actividad "de forma que se garantice la protección de los valores naturales, culturales y sociales" del territorio, como obligan los principios de la citada Carta.

La directora xeral de Conservación da Natureza, Verónica Tellado, reunió ayer en el edificio Cambón a los empresarios que operan en las Islas Atlánticas para explicarles los detalles de una iniciativa cuya tramitación finalizará en torno a 2016. Entre las ventajas que ofrece esta red, el comunicado autonómico resalta "la posibilidad de generar nuevas clientelas, y la oferta fuera de temporada u orientada al descubrimiento de la naturaleza y el patrimonio cultural". Otros "beneficios" para las empresas sería el "asesoramiento para mejorar la calidad de su oferta o de sus productos turísticos, y mejorar la imagen de la empresa o entidad", agrega la nota.

Pero habrá que esperar bastante tiempo antes de apreciarse los resultados de esta iniciativa, y el primero en mover ficha será el Parque Nacional. Para que logre adherirse a la Carta Europea de Turismo Sostenible tiene que superar tres fases. La primera implica la constitución de un grupo de trabajo al que le corresponderá preparar la candidatura. Esta incluirá un diagnóstico del estado de conservación de las islas y su entorno en función del cumplimiento de los requisitos de la Carta. La Xunta espera disponer de este documento en este primer trimestre de 2014, plazo que se marca también para la elaboración de una "Estrategia" a cinco años, además de un "Plan de Acción" donde los diferentes actores implicados "comprometen con presupuestos las acciones concretas a desarrollar".

La segunda fase requiere de la adhesión de las empresas turísticas a la Carta Europea. De la misma forma que el propio Parque, la operadora interesada elaborará un diagnóstico de su actividad -"para conocer el equilibrio entre lo que ofrece y lo que los visitantes esperan", añade la nota- y al mismo tiempo exponer sus ideas sobre turismo sostenible y cómo ponerlo en práctica.

Los turoperadores

En esa proyección internacional que ganaría el Parque Nacional con la entrada en dicha red juega un papel muy importante los turoperadores. Precisamente la tercera fase de la tramitación de la Carta involucra a este colectivo, de manera que incorporen los principios del turismo sostenible en su producto y se comprometan a compatibilizar su oferta con los objetivos conservacionistas impulsados por la dirección del territorio.

Gestionada por la federación Europarc, la Carta Europea de Turismo Sostenible surgió de una de las recomendaciones de la Agenda 21, adoptada en el Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro en 1992.