El macroproyecto Porto Cabral puede dar hoy su primer paso decisivo. A primera hora de la mañana los comuneros de la parroquia celebran una asamblea para decidir si aceptan la expropiación pactada de los 300.000 m2 en los que el grupo inversor Eurofund proyecta construir un complejo de ocio y comercio. Durante la cita se desvelarán los detalles de la oferta de la firma británica; motivo por el que el presidente de la Comunidad de Montes, Luis Rodríguez, rehusó ayer valorar la propuesta -avanzada por FARO- de que se pagarían más de 18 millones por los terrenos. El cónclave en el Ifevi se realizará con una seguridad redoblada para evitar las protestas que el 21 de abril boicotearon otra cita similar.

En aquella ocasión ecologistas y opositores a las obras de Liñeiriños irrumpieron en el recinto al grito de "O monte non se vende" con pancartas y silbatos. "Hemos reforzado mucho la vigilancia; siempre tenemos a tres o cuatro personas, pero en esta ocasión habrá muchas más", avanza Rodríguez. En los últimos días los contrarios al macrocomplejo de ocio y comercio de Cabral avanzaron que acudirán a la junta de hoy.

La entrada al pabellón estará controlada para que solo accedan comuneros. "Una vez voten ellos yo no tengo problemas en informar a los vecinos, pero las leyes de montes son muy claras", resalta el responsable del colectivo. Sobre el método de votación -a mano alzada o en urna, como solicitan los opositores al proyecto-, Rodríguez explica que serán los propios asistentes los que decidan. A la anterior asamblea, el 21 de abril, estaban convocados 780 vecinos -como hoy-, de los que asistieron 530. Rodríguez "confía" en que la parroquia apoye la expropiación pactada de los terrenos.

"El proyecto traerá trabajo a toda la ciudad; será bueno también para el pequeño comercio, que ganará vida", reflexiona Rodríguez. Parte de la oposición a Porto Cabral responde, según él, a intereses de otras regiones. "Desconfío de que haya una campaña orquestada por intereses de otras partes de Galicia", lanza, convencido de que "alguien está interesado en que esto no tire". Quien lleva las riendas de los montes de Cabral desvela que integrantes de su equipo recibieron cartas "con matasellos de A Coruña y Santiago" posicionándose en contra del proyecto ideado para Liñeiriños.

Algunos colectivos locales sin embargo también mostraron su rechazo al proyecto en los últimos meses; asociaciones de comerciantes, entre ellos, alertaron de que Porto Cabral "asestaría un golpe mortal al comercio de proximidad". El último en sostener que "la oferta de este tipo está saturada" en Vigo fueron los sindicatos a través de un comunicado.