El debate abierto sobre la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial y la de Demarcación y Planta del ministro Gallardón tiene un objetivo claro para esta ciudad: lo importante para Vigo es seguir siendo partido judicial como hasta ahora, en virtud de su harto elocuente peso territorial, poblacional, económico y social en el conjunto de Galicia.

Por ello, la cuestión no es si Vigo mantendrá las salas y los juzgados que tiene en la actualidad o no; solo faltaría a estas alturas del siglo XXI. Ni si va a conservar o no sus niveles de asistencia jurídica; hasta ahí podíamos llegar. Ni tampoco está en duda que la mayor ciudad de Galicia tenga que dotarse de mayores recursos jurídicos acorde con la demanda existente; pues claro que sí.

Lo que se debate aquí es si va a seguir siendo partido judicial o no, así de concreto, así de simple, así de claro. Eso es lo importante y lo que está en juego. Y no admite ni rodeos ni enredos.