El importante papel que pueden jugar los amigos para ayudar a resolver el problema que otro compañero vive en su entorno familiar; las actitudes en las que se manifiesta la necesidad del menor de ser escuchado y ayudado; y la fundamental labor que desempeñan los padres de acogida, son las historias con las que el instituto vigués Carlos Casares ha triunfado en el concurso de banda diseñada "Historias de Milú", que organiza la Consellería de Benestar con motivo del Día de la Familia. Cinco de sus alumnos de entre 12 y 14 años se han alzado con tres de los cuatro galardones repartidos.

Milú es un personaje creado por la Fundación Meniños -y protagonista de un cuento de Manuel Rivas- que trata de divulgar que los finales felices para los menores afectados por problemas de desestructuración familiar son posibles. Hacer reflexionar a los alumnos sobre la importancia de proteger los derechos de los niños, ayudar a detectar las señales de que un menor está en problemas o preguntarse que puede hacer la sociedad por él son los objetivos del certamen autonómico que versa sobre Milú y que el instituto Casares ha aprobado con nota.

Sara Fernández, de 14 años y aficionada al dibujo desde pequeña, ganó el primer premio individual con una historia inventada "con un punto de realidad" y unos dibujos de estilo manga. El primer puesto en los trabajos colectivos lo ocupó el de Anabel Fernández y Javier Río, de 12 años, que apostaron por destacar qué señales alertan sobre la necesidad de un chico de recibir ayuda, con una preciosa imagen de Vigo a vista de pájaro. Los gemelos Rodrigo y Rebeca Legerén, también de 12 años, recibieron el segundo premio en esta categoría al comparar a los padres de acogida con los suplentes de un equipo de fútbol. Todos ellos destacan a la familia como su principal apoyo, seguido por los amigos y la escuela.

"Tenemos unos alumnos muy buenos", destaca la vicedirectora del instituto vigués para explicar la cantidad de premios que reciben. Pero hay más motivos. El centro fomenta la participación en estos concursos por importante componente "didáctico". "Son aprendizajes para la vida que quedan fuera de los temarios", resalta. Los premios no cesan.