El concurso de acreedores de una de las empresas que forman la UTE del nuevo hospital de Vigo "intoxica la financiación de la obra", explicó ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Aunque asegura que, según los datos facilitados por la propia constructora, "aún es posible" mantener el plazo fijado para la conclusión de la obra -finales de 2013-, matizó que "dependerá lógicamente de cuando resuelvan los problemas internos" los socios de la concesionaria.

Feijóo hace estas declaraciones dos días después de que la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, descartara la insolvencia de la UTE y atribuyera el retraso en la llegada de la financiación al "problema financiero español". El presidente sostiene que, cuando "se resuelva" el concurso de acreedores de esta empresa, "se puede retomar con carácter ordinario e incrementar la ejecución del hospital". "Es un evento en el que no tiene nada que ver la comunidad, resalta para especificar que su papel es "insistir a la UTE sobre la empresa que presenta suspensión de pagos".