La Concejalía de Tráfico se puso las pilas con la gestión de la "zona azul" hace cuatro años y al menos en lo que a rotación de vehículos se refiere -objetivo principal de este sistema de aparcamiento- ha logrado su misión. Antes de 2007 había un vacío legal que impedía cobrar estas multas. Aparcar en las calles del centro de la ciudad era de pago pero casi ninguna sanciones se hacía efectiva, por lo que pocos eran los que abonaban el tique. Resuelto el problema jurídico que no permitía denunciar a los infractores -los controladores no tenían autoridad hasta entonces para hacerlo- las denuncias comenzaron a llegar a las casas y los conductores se concienciaron. Antes aparcaba una media de dos coches por día y plaza; ahora lo hacen cinco.

En este aumento de la rotación también tuvo mucho que ver el límite máximo de dos horas instaurado para promover el movimiento de vehículos. La medida fue criticada por comerciantes de las zonas XER, ya que cada dos horas deben cambiar su coche de plaza.