La Concejalía de Fomento no tuvo más opción que optar por escaleras mecánicas debido a la pendiente de hasta 25 grados que había que salvar en algunos tramos desde Porta do Sol hasta Abeleira Menéndez. Las rampas que funcionan en otras ciudades aquí no eran viables porque limitan la inclinación a 12 grados máximo. "Las escaleras son la mejor solución y con ellas se intentará mejorar la accesibilidad en un eje estratégico de movilidad que usan los vigueses para acudir al ayuntamiento y los turistas para subir al Castro", explica los técnicos municipales que realizaron el diseño.

El mecanismo se instalará en el centro de la calle Segunda República dejando a ambos lados escaleras fijas y, aunque la instalación en superficie es relativamente sencilla, llevará unos diez meses completar la actuación debido a la necesidad "de excavar un pequeño túnel o foso de 1,80 metros de ancho por un metro de profundidad para encajar la maquinaria y trasladar las redes de abastecimiento, luz y gas que se encuentran en el subsuelo", precisan desde Fomento.

Los estudios de aforo realizados hace unos años hablan de una media de 77 peatones por hora que ascienden a Praza do Rei por las escaleras, aunque el objetivo del proyecto es precisamente multiplicar esta cifra y evitar que los ciudadanos tengan que buscar alternativas. Fomento analiza en estos momentos en cuántos tramos dividirá los 100 metros de escalera y si acristala solo el techo o también los lados. Las obras comenzarán en 2014.