El Concello ha retomado la retirada de coches abandonados dos años después de que dejase de hacerlo al enviar por error un vehículo al desguace, lo que le obligó a indemnizar a la propietaria y revisar el procedimiento para este tipo de actuaciones. El mecanismo administrativo ha quedado blindado jurídicamente y ayer arrancó la recogida de los 180 automóviles marcados en diferentes zonas de la ciudad, incluida la posición de sus ruedas para atestiguar que se hallan en desuso. Un camión del servicio de limpieza se llevó a media mañana el primero de ellos, un turismo azul aparcado en la calle Pardillo –en las inmediaciones de A Doblada–. Muy cerca hay una furgoneta y un utilitario también señalados, con lo que previsiblemente correrán la misma suerte. Los coches son trasladados a un gestor de residuos para desguazarlos.

Ya hay 48 vehículos en disposición de ser retirados al haberse cumplimentado los trámites. Cuando la Policía Local detecta un automóvil con síntomas de abandono redacta una primera acta de inspección y lo marca. Aún es necesario que transcurra un mes para comprobar que el vehículo no ha sido movido, y entonces arranca el procedimiento para recogerlo. Los servicios municipales dan audiencia al propietario, que en 15 días naturales contados desde el siguiente a la recepción de la notificación debe presentar la documentación si quiere acreditar que no está abandonado.

De no disponer de los permisos necesarios (circulación, ITV y seguro obligatorio) se le insta a a retirar el vehículo de la calle. En este paso el dueño puede ocuparse de recoger el automóvil por sus medios o ceder la titularidad al Concello, que se encargará de venderlo para chatarra. De hacer caso omiso el propietario se expone a una multa que puede alcanzar los 3.000 euros. Por el momento, según confirman fuentes municipales, no se ha impuesto ninguna sanción, pero se hará en las próximas semanas.

No todos los coches responden al estereotipo de vehículo antiguo inservible. En el entorno del que se retiró ayer está marcada una Berlingo en buen estado, y el listado incluye berlinas Mazda y Daewoo y algún BMW, aunque ya sin muchas de sus piezas. Entre 2007 y 2010 el Concello se llevó al desguace más de un millar de autos, pero dejó de hacerlo tras el citado error. La situación ha provocado que haya coches abandonados no solo en el rural, sino también en zonas céntricas como O Berbés, el entorno de Plaza de España o los alrededores de A Miñoca.

74 al desguace

El gobierno local envía a chatarra regularmente decenas de vehículos abandonados en el depósito municipal. El pasado viernes adjudicó por 15.800 euros un lote de 74 automóviles. El pasado 14 de marzo fueron 104, entregados a un gestor de residuos autorizado por un precio de 31.000 euros. Cada año medio millar de personas abandonan su vehículo en la nave de la avenida de Madrid al preferir dejarlo allí a pagar la tarifa de la grúa, que en 2012 es de 130 euros para un turismo. Además, en el depósito hay almacenados casi 300 coches intervenidos judicialmente. Una de las tres plantas del edificio está copada por estos automóviles.