El Casco Vello es cada vez más joven gracias a los nuevos residentes que acuden atraídos por las rehabilitaciones del Consorcio. Este organismo –participado en un 90% por la Xunta y 10% por el Concello– entregó ayer las llaves de otras cinco viviendas a sus propietarios, con lo que suman ya treinta nuevas familias en el barrio histórico. Concretamente, se trata de cinco pisos situados en Abeleira Menéndez 24-26, 11, 18-20 y en Cruz Verde 5, y cuya superficie oscila entre los 40 y 66 metros cuadrados y sus precios entre los 71.285 y 118.165 euros.

"Me sorprendió muy positivamente la construcción y rehabilitación que realiza el Consorcio del Casco Vello", señaló María José Bravo Bosch, delegada de la Xunta en Vigo y, como ella mismo señaló, "nueva en estas lides de presidenta del organismo". A su lado estaba el nacionalista Santiago Domínguez, quien estrenaba también el cargo de vicepresidente. "Cada vez que se entrega un nuevo piso es una satisfacción, todo el esfuerzo del Consorcio empieza a dar sus frutos y la zona está prácticamente rehabilitada", observaba Domínguez.

La delegada de la Xunta confirmó que la propuesta del Concello para que el organismo considere como zona de actuación prioritaria la fachada del Berbés no es un tema que tengan ahora "delante". "No estaba en el orden del día del Consejo y se formuló en ruegos y preguntas, es algo que vamos a analizar entre todos y en próximas reuniones se verá por donde tirar". En la mismo línea se refirió a las expropiaciones forzosas que planteó la edil Carmela Silva para completar la rehabilitación de la parte alta del Casco Vello y parte de la fachada del Berbés. "La expropiación es un instrumento, pero me gusta mucho más todo lo que se pueda hacer por la vía de la negociación y la conciliación".

"Quería vivir en el Casco Vello a toda costa"

José Giráldez cumplió ayer el objetivo que se marcó hace un año: vivir en el Casco Vello. Él es uno de los cinco nuevos adjudicatarios de las viviendas rehabilitadas por el Consorcio, concretamente, ha adquirido un piso de 40 metros cuadrados en la calle Abeleira Menéndez 18. "Yo quería vivir en la zona y llevaba un año viendo pisos, lo que pasa es que pedían un dineral, era difícil localizar a los propietarios y los inmuebles estaban en muy malas condiciones. Finalmente me surgió esta oportunidad, que es la que mejores condiciones presentaba", relata. Así, José logró por 80.000 euros un piso "listo ya para entrar a vivir y con una doble altura que, en realidad, aumenta su tamaño hasta los 65 metros cuadrados" y gracias a la cual podrá tener "una pequeña oficina".

Los locales de prostitución que todavía quedan en la zona no le preocupan "porque a la larga van a desaparecer y porque van a venir a vivir muchos otros nuevos propietarios", indica. El mayor problema será encontrar garaje: "el parking del Concello está lleno y no coge ni reservas, por lo que tendré que aparcar por estas calles como residente".