El pleno fue muy tenso, con continuas interrupciones por los gritos e insultos de los asistentes contra el alcalde y los ediles del gobierno sin que Caballero lo suspendiese. Acabó aún peor, Ya concluido, Santos Héctor y Ángel Rivas se encararon con dos personas del público que les increpaban durante el debate. Incluso Carlos Font agarraba a Rivas para que el problema no pasase a mayores. A la sesión acudieron empleados de contratas municipales que denuncian despidos; mayores de Lavadores muy críticos con la directiva de la asociación de la parroquia; y miembros de Eduardo Chao. Las dos primeras entidades protestaban porque el gobierno no les autoriza a intervenir ante la Corporación, al igual que ocurre con la asociación de Lavadores, que también lo pidió. Caballero lo justifica "en un informe del secretario". Domínguez lo calificó "ataque frontal a la democracia participativa" y Figueroa advirtió de que si no se les permite comparecer el PP dejará de ir a las juntas de portavoces. Isaura Abelairas también mantuvo un bronco diálogo con empleadas de Linorsa al debatir sobre atención social. "Al menos vosotras tenéis trabajo", espetó.