En la apertura del García Barbón se representó la opereta Madame Pompadour y en la del nuevo auditorio "Mar de Vigo" hubo espectáculos más acordes con nuestros tiempos, mezclando el clásico con el moderno, que le dieron lustre y boato al evento. E incluso, aunque que fuera de programa, también hubo opereta en dos actos, que de celebrarse en aquel primer teatro de Vigo le harían honra a la sentencia que se leía en su telón de boca: "Con risa y llanto, gracia y artificio, aplaudo la virtud, corrijo el vicio".

Hace un año, la villa de Verín rendía homenaje a José García Barbón Sola en el centenario de su fallecimiento en Vigo. Desde antes de su regreso de Cuba, Barbón ya se había preocupado por el desarrollo de su villa, aportando dineros para diversos estudios sobre el paso del ferrocarril. Asimismo, arregló la iglesia parroquial y su entorno, levantó la torre del reloj y la dotó con un magnífico órgano.

También se acabó con su aportación la emblemática ermita de los Remedios y construyó un colegio que sería regentado por los Hermanos de La Salle hasta los pasados años 60. Pero el señor Barbón, además de sobresalir como un gran benefactor de los pobres, actuó como un eficaz empresario de su tiempo al comenzar a explotar las aguas de Cabreiroá, construyendo un balneario, una planta de embotellado y un magnífico hotel al que acudían cada verano las élites de los conserveros y empresarios (Echegaray, Curvera…) de la Ría de Vigo y numerosos políticos, militares y eclesiásticos de renombre.

Para facilitar la expansión de este balneario creó una empresa de ómnibus, construyó un tranvía al balneario, fundó una empresa de electricidad (que permitió que Pacheco proyectase cine en Verín en 1905) y llenó las calles de la villa de árboles que atenuasen el fuerte calor del estío tamagano. La idea era crear una villa termal semejante a Vichi o a otras de la Europa de la época. Mas, cuando anunció la instalación de un banco de crédito agrícola para poner fin a los usureros locales, su vida entró en desasosiego al recibir amenazas y ver como cada noche manos anónimas talaban los árboles plantados.

Traslado a Vigo

Entonces, sin dejar de acudir a Verín, trasladó su residencia a Vigo, donde además de contar con amigos empresarios, tenía un mayor campo de expansión para sus negocios. Y aquí abrió la calle que hoy lleva su nombre, levantó la Escuela de Artes y Oficios, ayudó económicamente a los salesianos, a la Sociedad de Agricultores de Teis, a la Casa de la Caridad, al Concello, a los asilos y hospitales… Y también compró el teatro Rosalía de Castro, destruido por un incendio, para evitar que se instalasen en él unos grandes almacenes (Simeón) y que perviviese como un centro de cultura.

García Barbón Sola era hijo natural de un asturiano negociante que además ostentaba cargos públicos en Verín. Su madre era hija de un empleado del comercio de su padre biológico. Para "deshacerse" del neno, optaron por mandarlo a Cuba con un tío soltero, pero mientras tramitaba los papeles para poder viajar, su padre lo bautizó y lo reconoció, ya con diez años, dándole sus apellidos.

En La Habana realiza estudios mercantiles y al morir su tío Luciano hereda toda su fortuna, que consistía en acciones de bancos, de varias compañías de ferrocarril, de navieras y de empresas azucareras o de transporte, en su mayoría.

Este masón, de sobrenombre Candás en recuerdo del pueblo de su padre, sería más tarde tildado de negrero sin que hasta ahora, y a partir de la documentación que recibimos de Cuba, podamos defender tal tesis, pues además en la época de Barbón en la isla ya estaba abolida la esclavitud. Lo que sí cabe destacar sobre su presencia en La Habana es su participación como socio del Centro Gallego y en la directiva de la Sociedade de Beneficencia dos Naturais de Galicia a la que contribuía con ayudas monetarias y pasajes de retorno para los gallegos desafortunados.

Sin embargo, lo más llamativo es el hecho negacionista que aún practican determinadas empresas e entidades sobre la figura de Barbón. Así al celebrarse en 2006 el centenario de la fundación de Cabreiroá, la empresa de A Coruña que regenta hoy las instalaciones, anunció un homenaje al fundador y actos para dar a conocer su figura. Al fin estós recayeron, sin saber por qué, en la figura de Ramón y Cajal, quien, por el análisis que hizo del agua y que cobró, permaneció en el hotel del balneario una temporada a cuenta de Barbón. A esto puede sumarse la decisión (se cumplen ahora 27 años) de la antigua Caja de Ahorros de Vigo, que no solo obvia cualquier alusión al prócer, sino que se empeñó en denominar al "García Barbón" como centro cultural con el nombre de la entidad. Paradójicamente, por atavismo o costumbre por haberle asignado un neonombre tan largo, son muchos los que aún utilizan la denominación de siempre.

Distinciones

José García Barbón tuvo en Vigo un entierro multitudinario y descansa en un impresionante mausoleo en Pereiró. En 1927, ya a título póstumo, recibe del rey Alfonso XIII la Cruz de Beneficencia de Isabel La Católica y la Orden de Alfonso XII con motivo de la inauguración de su estatua, obra del escultor Asorey. Esta pieza ya ha cambiado en Vigo dos veces de ubicación, pero en este divertimento institucional que se podría llamar "marear al prócer", aún le gana Verín, pues el mecenas y filántropo ya ha disfrutado de cuatro ubicaciones distintas.

Las instalaciones del colegio de Verín serían abandonadas por la orden de La Salle en 1967 y el Concello las utilizó, primero, para albergar asociaciones y actividades culturales; luego fue la sede provisional del Instituto de Ensino Secundario y desde una de las asociaciones allí asentadas, se intentó que la institución municipal no se deshiciese del edificio,. pues los de LaSalle pretendían retornar a él. En la actualidad alberga la Casa da Cultura y la Biblioteca Pública así como una pequeña sala de conferencias.

La pretensión del Concello de Vigo de instalar en el edificio de la Escola de Artes e Oficios la Biblioteca Central volvería a suscitar una inútil controversia sobre el legado de Barbón pues él mismo, en acta notarial editada en su época, dejó bien claro los usufructuarios, destino y responsables de la conservación y mantenimiento de su legado.