Hasta cuatro detectives siguieron durante meses al presunto autor de las pintadas contra Santiago Domínguez. Tras ser contratados por el teniente de alcalde y apostarse en los "puntos calientes" donde más aparecían mensajes injuriosos, entregaron un informe con fotos y vídeos en el que relatan que sorprendieron in fraganti "multitud de veces" a Alfonso Pillado, en ocasiones con alguno de los otros tres acusados. Las "miles" de pintadas, pasquines y pegatinas que vieron en sus seguimientos les "desbordó". Y según el detective que dirigió la investigación privada, también a la Policía Local: "A veces los avisábamos de lo que encontrábamos, pero otras no; estaban hasta las narices, saturados".

Este detective declaró en el juicio por esta campaña de injurias contra el teniente de alcalde. Solían seguir de noche la furgoneta o la moto de Pillado. "Había que correr tras ellos para filmar; les vi hacer pintadas", aseguró el investigador –la defensa sostiene que sus clientes nunca fueron sorprendidos–. Muchas pintadas se borraban y volvían a aparecer. Los "puntos calientes", aquellos donde los pasquines inundaban la zona un fin de semana sí y otro también, eran según este detective el mercado de Cabral, Nigrán –donde la víctima iba de vacaciones– o la fiesta de San Blas: Allí lo vi [a Pillado] a dos metros de Santiago pese a la orden de alejamiento". Este mismo detective declaró en el juicio por el que se condenó a Pillado por injurias a personal de las piscinas municipales: entonces lo tildó de "especialista en técnicas de la guerrilla urbana". Ayer reafirmó esta declaración.

Otros testigos aseguraron haber visto al acusado hacer pintadas. Tres de ellos salían de una reunión de la sede del PSOE en O Calvario, ya que forman parte de la ejecutiva local del partido, y dijeron que lo fotografiaron con móvil cuando colocaba en un portal una pegatina que decía: Santi ladrón.