El centro de Vigo dispone desde ayer de su primer jardín zen, el mismo con el que el Ayuntamiento da por finalizada la humanización de la calle Doctor Cadaval que inició en 2009 con las obras de la sede local del Colegio Oficial de Arquitectos. "En estos tres años hemos transformado una escombrera en una plaza excepcional", apuntó ayer el alcalde, Abel Caballero. La operación le ha costado al Consistorio cerca de un millón de euros.

El nuevo jardín recurre a la estética oriental zen, que busca la armonía entre las acciones del hombre y la naturaleza, está situado enfrente de la Plaza del Pueblo Gallego. Su proximidad con Sol, Príncipe y Policarpo Sanz llevaron a Caballero a destacar su capacidad para dar "una vida nueva a la zona". "Esta es la forma en que el Gobierno entiende que hay que hacer los proyectos de la ciudad: transformar un zona muy marginal y prácticamente sin utilizar, en otra abierta", apuntó Caballero.