"Todavía hay gente en la playa y ya hemos empezado con el periodo de vacunación contra la gripe". Así justifica una de las enfermeras del centro de salud de Rosalía de Castro la "tranquilidad" con la que comenzó la campaña de vacunación de este virus y del neumococo, sin aglomeraciones y administrando las dosis a cuentagotas. Quizás la ausencia de folletos informativos sobre la campaña (salvo un cartel en la planta baja del edificio) contribuyó a que algunas personas jubiladas que acudieron ayer a la consulta de su médico de cabecera desconociesen que a partir del 27 de septiembre (y hasta el 12 de noviembre) ya pueden inmunizarse contra la gripe. "¿Si vengo a vacunarme? Ya me lo dirá mi médico, pero hasta octubre... ¿no?", se preguntaba Francisco Domínguez, un vecino de 85 años que cada otoño recibe una inyección para prevenir el virus.

Al igual que le sucederá este año a Francisco, a los mayores de 75 años se les administrará una dosis con mayor poder inmunológico y por tanto más eficaz. Otra de las novedades es que la edad recomendada para vacunarse se amplía a partir de los 60 años (frente a los 65 de campañas anteriores). Aparte de este sector de la población, también se incluye en los grupos de riesgo a los ciudadanos con enfermedades crónicas cardiovasculares o respiratorias (incluido asma), personas con patologías metabólicas crónicas o inmunodeficiencias, los niños y adolescentes (entre seis meses y 18 años de edad) con tratamientos prolongados de aspirina, los obesos mórbidos y las mujeres embarazadas durante la temporada de la gripe, así como los trabajadores sanitarios.

La alarma generada el año pasado por la gripe pandémica (H1N1) parece haberse esfumado. La campaña comenzó con tanta tranquilidad que alguna de las enfermeras del centro de salud de Rosalía de Castro ni siquiera habían atendido a paciente alguno. "Se van solicitando las citas poco a poco. Mucha gente aprovecha la revisión médica para recibir la inyección", señala la directora de Enfermería, Belén Vázquez.

Fernando Lago, de 66 años, fue uno de los primeros que se inmunizó contra el virus. Le siguió Pilar Riveiro Martínez, una mujer de 49 años que pertenece a la población de riesgo. "Llevo siete años vacunándome y nunca tuve ningún síntoma extraño", declaró.

El personal sanitario también debe recibir la dosis antigripal. Es el caso de María Álvarez Larrán, que ayer ya fue vacunada. Esta enfermera anunció que las previsiones de cobertura apuntan al 35% de las personas entre 60 y 65 años, al 65% de los mayores de 65 y que se busca incrementar en un 10% la vacunación en los trabajadores sanitarios. En lo que se refiere al neumococo (una bacteria que provoca neumonía, entre otras enfermedades), se espera inmunizar al 30% de la población con una edad superior a los 65 años.

Carmen Rodríguez, a sus 81 años, también acudió a recibir la inyección contra la gripe. "Me dijo el médico que viniese porque padezco del corazón y estoy operada. Hay que prevenir", comentó la señora. Adela Concepción Gómez también solicitó cita para inmunizarse. "No sé si me podrán vacunar porque no me encuentro bien", finalizó esta viguesa de 66 años.