Casi un día entero de tren en tren para poder llegar a Vigo desde Barcelona. La avería de un convoy Alvia causó ayer seis horas de retraso en un trayecto entre la capital catalana y la ciudad olívica después de que el ferrocarril se quedará varado a las 11.00 horas en Fuentes de Ebro, a pocos kilómetros de Zaragoza. Los 191 pasajeros afectados, de los que casi un centenar se dirigían a Vigo, desembarcaron en su destino después de realizar dos transbordos forzosos.

El tren, cuyo trayecto en condiciones normales es de 15 horas, sufrió un problema eléctrico "importante e imposible de arreglar", –según informó Renfe–, a su paso por la provincia aragonesa. Ante la imposibilidad de reanudar la marcha, la compañía envió un convoy para remolcar al Alvia, pero la maniobra no pudo completarse, ya que esta segunda locomotora también se averió. Debido a ello, se trasladó al lugar un tercer tren, que se situó en la vía paralela y recogió a los pasajeros mediante pasarelas de interconexión. Este tercer convoy no realizó el recorrido directo a Vigo, sino que transportó a los viajeros hasta la estación de Zaragoza, donde los 200 afectados tuvieron que realizar un segundo transbordo a un cuarto tren para cubrir el tramo restante y llegar así a su destino.

La compañía ferroviaria asegura que mantuvo informados de la situación a los viajeros en todo momento y abrió la cafetería de forma gratuita para hacer más llevadera la larga espera. En León se les ofreció además bolsas con comida y bebida. La empresa se comprometió además a devolver el importe íntegro del billete a todos los viajeros.

Línea recuperada

Por otra parte, el tráfico ferroviario en la línea Madrid-Hendaya, interrumpido por una colisión de dos trenes en las proximidades de la estación de Arévalo (Ávila), en la que falleció un maquinista, ha quedado totalmente restablecido a las 14.55 horas de ayer, informaron fuentes de Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF).

La noche del sábado se reanudó la circulación en uno de los dos carriles y ayer por la tarde quedó expedito el segundo, aunque la velocidad de circulación se limita por motivos de seguridad a 30 kilómetros por hora Los trabajadores de Renfe-Integria y del ADIF trabajaron desde que se produjo el accidente, a las 00.25 horas del pasado viernes, primero en la retirada de la locomotora de uno de los convoyes y de los dos últimos vagones del otro tren, así como en la reparación de los desperfectos en las vías y que afectaron a traviesas, carriles, mecanismos de seguridad, sistemas de señalización y catenarias. Renfe ha mantenido un plan alternativo de transporte para los viajeros afectados.