Defiende los intereses de 11.000 profesionales del sector médico gallego. Porque el presidente del colegio provincial expresa “no mi opinión sino la de una comisión de hospitales” que se ha analizado al detalle el proyecto del futuro hospital de Vigo.

-¿Cuándo comenzó a valorarse la necesidad de dotar a Vigo de un nuevo hospital?

-En el año 2005 se planteó adecuar la estructura a las necesidades de Vigo. Primero se hizo un Plan Estratégico en el que trabajaron 24 grupos interdisciplinares, y luego se abordó el Plan funcional. La Administración contrató a una consultoría que definió con los servicios del Chuvi cómo sería ese hospital y dónde ubicarlo.

-¿Qué se dijo entonces de la financiación?

-Entendemos que se habló de aspectos muy generales, no del coste de la obra. En junio de 2006 se firmó un Pacto por la salud de Vigo con Sanidade, Universidad, empresarios, Povisa y sindicatos. Se dijo que la licitación de las obras del nuevo hospital se haría a finales de 2007 y no se hizo. Ahora mismo están en entredicho dos cuestiones sobre el nuevo hospital: financiación y gestión. Hay muchas críticas en ambos lados. Pero es que en los pasados cuatro años se dieron pasos encaminados a abrir la puerta a nuevos modelos de financiación y gestión.

-¿A qué pasos se refiere?

-Todos los pasos dados desde 2005 han sido poner los cimientos a nuevas fórmulas. Como la creación de la empresa privada Galaria en 2008, que es como el Medtec, pero con más atribuciones. Se habló de que el hospital costaría 370 millones, pero no de cómo se financiaría.

-¿Qué proponen?

-Que se haga con características de un hospital del siglo XXI y rápido. Dos, tres años, es un periodo razonable. Para hacer el hospital en la actual situación de económica, si no se recurre a nuevos modelos, sólo con presupuesto 100% público, llevaría 15 o 20 años. Ahora mismo, la posibilidad de endeudamiento es muy limitada. ¿Y de dónde va a venir el dinero? Se abre la posibilidad de optar por nuevas fórmulas de financiación. En el seno del colegio hemos analizado tres, y dos no nos gustan. La gestión podría ser total o parcialmente privada. No nos gusta el modelo de Valencia y para nada el de Madrid, pero el del hospital nuevo de Baleares es distinto y ¿por qué no decirlo?, nos gusta.

-La consellería ya ha defendido el modelo balear en el Parlamento, ¿también ante ustedes?

-Se nos dijo que la gestión de los servicios clínicos y del centro sería público al 100%. La única diferencia es en obra civil y servicios externos. Se externaliza lavandería, cocina, mantenimiento, ludoteca, aparcamiento... Servicios que ya están privatizados hoy en los hospitales.

-Los que no tienen contrato fijo pueden perder su trabajo y a algunos funcionarios habrá que “reubicarlos”.

-Es algo a resolver a nivel de sindicatos y no nos compete. Como cualquier persona razonable, diremos que hay que salvaguardar los derechos de los trabajadores ante todo. A nosotros, lo que más nos preocupa es que haya alguna tentación de darle competencias de gestión a Galaria. Si hay algún intento por parte de la Administración de otorgarle competencias como empresa pública de gestión en el hospital, no lo aceptaremos. Aunque es de gestión pública, es una empresa privada y eso sería privatizar parte o toda la gestión.

-¿Tienen alguna sospecha?

-Sí, pero no por ahora.

-¿Por la finalidad con la que fue creada la sociedad?

-Exacto. Cuando se hizo en 2008, fue con alguna finalidad. Los estatutos de Galaria reflejan atribuciones sobre la gestión de construcción de infraestructuras y de gestión de centros. Pero más grave, porque se incluye “por sí misma o a través de terceros”. Queremos que el hospital en la gestión sanitaria sea el 100% del Sergas, gestionado por el Sergas y no a través de sociedades anónimas interpuestas, aunque tengan capital mayoritario en esas sociedades. Y lo mismo de la gestión del centro, como el de A Coruña o Santiago. Ya tenemos la experiencia negativa de lo que pasó con el Medtec.

-El número de camas, ¿les parece suficiente?

-Nos parece suficiente y adecuado. Existen ratios internacionales de camas por cien mil habitantes. La tendencia es reducir el número de camas de agudos. Tienes que hacer esto proyectando para veinte o treinta años.

-Si es la empresa constructora quien pone el equipo médico, ¿podría reducir la calidad para rebajar costes?

-El gerente nos garantiza que los concursos de tecnología sanitaria y alta tecnología serán públicos. Las constructoras no tendrán capacidad de decisión sobre el equipamiento clínico. Era lo que pedíamos.

-Dentro de los objetivos estratégicos de Sanidade para 2010 no está incrementar la autoconcertación.

-Lo más conocido como “peonadas”. Se habló de hacer un nuevo modelo retributivo, por rendimiento, que ya nos comentó la conselleira este verano a los colegios, pero no sabemos si se avanzó algo. Como colegio profesional tenemos que defender a los pacientes; que se dé respuesta a sus enfermedades en el menor tiempo posible; que se usen todos los medios al alcance de la Administración. Si no es posible asumirlo por la gran carga de trabajo en jornada ordinaria, habrá que habilitar fórmulas de actividad por la tarde. Las “peonadas” no se pueden cortar de raíz. En algunos hospitales sigue habiendo actividad extraordinaria. Menos, pero hay.

-Hasta ahora, los médicos han sido los directamente beneficiados a nivel económico por esta situación.

-La autoconcertación conlleva una retribución, pero baja. Y a cambio de estar ocho horas por la mañana y seguir por la tarde. Aumenta la carga de trabajo del personal y la compensación para un profesional altamente cualificado puede que no fuese la suficiente. Con la crisis económica, la situación cambia. Los médicos han venido solidarizándose siempre.

-Como propuso el gerente Soriano: trabajar voluntaria y gratuitamente por la tarde.

-No, no hablo de eso. Hablo de que por tema económico, un médico nunca se ha negado y siempre se ha solidarizado con los enfermos a pesar de que la actividad de tarde no estaba necesariamente retribuida. La propuesta de Soriano es más un tema sindical, que habría que debatir a fondo.