El Sergas se propone que el 85% de las historias clínicas estén en formato electrónico este año para facilitar el acceso a toda la información del paciente desde cualquier nivel asistencial y desde todos los puntos de la red. Así lo aseguró el presidente de la Xunta, Alberto Núñez, en una comparecencia esta semana con la conselleira de Sanidade, Pilar Farjas.

A pesar de que –según datos de la administración sanitaria– el 83% de las historias en Atención Primaria y el 70% en Especializada ya son electrónicas, conseguirlo está costando esfuerzos ímprobos a muchos facultativos inexpertos en nuevas tecnologías. Cursos de formación –asistenciales y en línea– y muchas consultas para agilizar el trabajo que están obligados a realizar los propios médicos de Primaria.

Cada médico de familia tendrá que volcar a ordenador los datos de su cupo de pacientes. Es decir, reseñar los aspectos más importantes de cada historial médico. ¿Por qué ellos y no un informático? La razón no es otra que la Ley de protección de datos. Sólo el médico de cada paciente puede tener acceso a una información tan personal.

En Vigo, tocan a unos 1.300 expedientes por médico y lo realizan "poco a poco" antes o después de comenzar las consultas, según reconocen fuentes del Sergas.

Estos días sorprendieron a algunos usuarios de centros de salud pequeñas "pifias" en su historia médica, que los médicos atribuyen al arranque del sistema electrónico. No obstante, los coordinadores del programa aseguran que en caso de datos erróneos éstos se deberían a errores humanos y son, por tanto, subsanables. Es posible, por ejemplo, que como el sistema funciona con códigos numéricos de cada una de las enfermedades, la introducción de un número equivocado acarree que aparezca una dolencia distinta de la que en realidad sufre el paciente. "El 90% de los errores son humanos", aseguran.

Algunos facultativos están yendo a cursos de informática para adaptarse al programa, que tiene una desigual implantación. Depende, básicamente, de lo rápido que lo pusiera en marcha cada centro de salud. Y en eso lleva la avanzadilla el del Casco Vello, donde prácticamente el 98% de las historias médicas ya están en el ordenador del médico. También está avanzada la gestión en el centro de calle Cuba y Beiramar. Están en proceso en centros como Sárdoma, Teis o Coia, A Doblada o Rosalía de Castro –que tiene una dificultad añadida debido al gran número de pacientes–. Y algo atrasados en el de López Mora.

Del mismo modo que el nuevo sistema ha incrementado el trabajo de puesta al día para los médicos de Primaria, lo está reduciendo para aquellos administrativos cuyo trabajo consistía cada mañana desarchivar y archivar unos cuarenta expedientes cada mañana. Algo a lo que ahora dedican gran parte de su trabajo dos personas en un centro de salud grande. El momento en el que todos los historiales estén en ordenador, tendrán que cambiar de función. "Se dedicará más tiempo a la atención del usuario; telefónica y en información al paciente", avanzan fuentes sanitarias.

¿A dónde se irán aquellas viejas carpetas llenas de pruebas y análisis de cada paciente? Pues a un archivo que el Sergas tiene en Lavadores.