La posibilidad de legalizar a corto plazo la urbanización de Finca do Conde mediante la concesión de licencias a los promotores con arreglo al nuevo Plan Xeral está a punto de descartarse. El gobierno local propondrá el jueves en la Gerencia de Urbanismo paralizar los trámites para otorgar permisos en todo el ámbito donde se levantó el centro comercial Gran Vía y dos torres que suman 230 viviendas. Sobre ellos pesan sentencias firmes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que declararon ilegal toda la superficie. Los promotores presentaron proyectos para regularizarla en el Concello al amparo del PXOM, al considerar que ahora tiene encaje en la normativa. La suspensión de licencias paraliza el proceso y la medida se prolonga por el plazo máximo de un año, tiempo en el que el Concello podría buscar otras vías para tratar de resolver la complicada situación de la urbanización.

El Tribunal de Xustiza declaró ilegal Finca do Conde al concluir que se desvirtuó el uso marcado en el planeamiento de 1993. Éste establecía que el principal debía ser el residencial, mientras que el comercial tendría un carácter complementario. El volumen del centro Gran Vía, de dos sótanos y tres plantas en altura, impide, según el dictamen de los jueces, considerar que el comercial sea un uso secundario. El Tribunal Supremo avaló el fallo, y todos los recursos presentados, tanto por los promotores como por la propiedad del hipermercado y el propio Concello, han fracasado.

La aprobación del Plan Xeral en agosto de 2008 abrió una puerta para los más de un millar de afectados por sentencias de ilegalización y derribo que penden sobre urbanizaciones en Vigo. Los promotores de Finca do Conde, al igual que otros como los vecinos de Castrelos, Jacinto Benavente y Rosalía, presentaron proyectos de legalización al amparo del nuevo planeamiento. La concesión de licencia al edificio de Jacinto Benavente alimentó la esperanza, si bien son los jueces los que tienen la última palabra. El Concello ha pedido la "inejecución" de la sentencia al TSXG, que es de derribo en ese caso, al sostener que el inmueble se integra en el entorno.

El criterio a seguir en otras urbanizaciones, de darles licencia, será el mismo, pero el alcalde, Abel Caballero, ha mantenido en reiteradas ocasiones que el caso de Finca do Conde es diferente, ya que existían informes técnicos que aconsejaban suspender la concesión de permisos. A juicio de Caballero se actuó de "mala fe", contraviniendo la normativa, y culpa de la situación al PP, que autorizó la del centro comercial cuando ya se habían emitido tres sentencias que anulaban la urbanización. Entonces no eran firmes y se recurrieron. Después el Supremo las ratificó. De momento no existe orden de derribo sobre Finca do Conde, ya que no se ha pedido la ejecución. En los últimos meses cayeron fallos judiciales en cascada, todos ellos desestimando la legalización de la urbanización.

El Concello debía emitir informe sobre el proyecto de legalización presentado por los promotores de Finca do Conde, ya que el plazo expirará próximamente. La suspensión de licencias frena el trámite. Tras la aprobación por el consejo de la Gerencia de Urbanismo tendrá que pasar por el pleno, ya que la potestad para adoptar esta medida es de la Corporación.