El punto de mira de las inmobiliarias está ahora puesto en el entorno del Casco Vello. La inminente prohibición del botellón en las calles Teófilo Llorente, Real,A Pedra y en la plaza de O Berbés podría provocar el mismo aumento de precios que se está registrando ya en Joaquín Loriga pese a la situación actual de crisis."Confiamos al menos que la aplicación de la nueva ordenanza permita relanzar las ventas y, si el mercado se estabiliza, los precios podrían aumentarse también", coinciden los responsables de los negocios inmobiliarios.

El sector deberá esperar al menos hasta mediados de septiembre para ver que la prohibición del botellón en el casco antiguo se hace efectiva. La declaración de Zona Protegida de este entorno culmina estos días su fase de exposición pública y alegaciones y, durante ésta o la próxima semana contará con la aprobación definitiva, lo que supondrá el veto a las concentraciones masivas de personas en la calle.

Humanización

Teófilo Llorente, una de las calles del Casco Vello más castigadas por el fenómeno del botellón, no sólo se revalorizará por la ordenanza que lo hará pasar a la historia, sino que la reciente humanización de la calle, unido a su céntrica ubicación, contribuirá a que la demanda por los inmuebles de la zona se dispare."El interés de los clientes por este enclave va a crecer siempre y cuando la normativa se cumpla a rajatabla", vaticinan desde el sector inmobiliario