O Piricoto tendrá que derribarse parcial o totalmente. El Concello se quedó sin recursos legales para frenar la última sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) y el alcalde, Abel Caballero, asume ya que se tendrá que acometer alguna demolición en el edificio, conocido también como la Colina de Castrelos. El concejal de Urbanismo, José Mariño, encargó ayer sendos informes a la Escuela Técnica Superior de Arquitectura y al Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia para que determinen qué medidas tiene que tomar el Ayuntamiento para adaptar el inmueble al entorno del Pazo Quiñones de León. “Ya no hay otro modo de ejecutar la sentencia que acometer el derribo total o parcial”, advierte el regidor local en base al último auto dictado por el Tribunal gallego.

Caballero reconoce que la Gerencia de Urbanismo “se ha quedado sin margen de maniobra” para evitar la demolición de O Piricoto y por ello ha decidido dejar en manos de los máximos responsables de la arquitectura gallega el estudio de cómo se puede llevar a cabo el derribo del inmueble. “Les pedimos qué nos digan cómo tenemos que hacer esa adecuación y cómo la deberíamos ejecutar; a partir de ahí el Concello decidirá”, explica.

Además de los escritos al director de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura, José Manuel Casabella; y al decano del Colegio de Arquitectos de Galicia, Celestino García, el Concello informó también ayer al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia de la decisión adoptada por el Gobierno municipal de poner en marcha el estudio para saber qué derribar de la Colina de Castrelos.

105 familias

En el inmueble viven 105 familias aunque el alcalde desconoce cuántas se verán perjudicadas por el derribo; una afección que está en manos ahora de los dos estudios que el Concello encargó a los arquitectos de la Escuela Técnica Superior y del Colegio Oficial de Galicia y que tendrán que ser validados en ultima instancia por los técnicos municipales y contar además con el visto bueno del TSXG.

La misma incertidumbre recae sobre las indemnizaciones que tendrá que abonar el Ayuntamiento a los vecinos que finalmente se queden si su inmueble. Las primeras estimaciones municipales apuntan a 40 millones de euros, siempre y cuando la Colina de Castrelos se derribe en su totalidad.

Caballero advirtió además que su Gobierno no realizará distinciones y que acatará las sentencias urbanísticas cuando, como en este caso, sean firmes. “Estamos en una etapa nueva en esta ciudad donde se ejecutan las sentencias y se cumplen las leyes; todas las que sean firmes se tienen que ejecutar, afecten a quien afecten. La de la Colina de Castrelos tiene la misma validez que la que nos obligó a derribar meses atrás una vivienda unifamiliar”, ejemplificó el alcalde en relación a la casa demolida en Sampaio y que movilizó a centenares de vecinos en defensa de sus propietarios.

Pantalla vegetal

La Gerencia de Urbanismo descarta ya cualquier otra posibilidad de adecuar el edificio al entorno que no sea el derribo, como exige el auto del TSXG. El alcalde recuerda que las medidas correctoras presentadas en el pasado mandato del gobierno local fueron rechazadas. Una propuesta que incluía la construcción de una pantalla vegetal y otra serie de actuaciones que redujeran el impacto visual de O Piricoto, pero no contaron con la aprobación del Tribunal gallego.

La adecuación del inmueble en el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) aprobado en agosto del año pasado y en el que se incluyen nuevas edificaciones en ámbitos cercanos, algunos incluso más próximos al parque de Castrelos que la Colina, tampoco ha sido suficiente para legalizar el inmueble y lograr la inejecución de la sentencia.