A gran velocidad, circulando por direcciones prohibidas y saltándose medianas. Así iba un conductor que en julio de 2005 protagonizó una espectacular persecución policial por las calles de Vigo que se prolongó durante más de media hora y en el transcurso de la cual hirió a dos agentes locales al arrastrarlos y golpearlos con su turismo. Una peligrosa fuga por la que este vigués de 39 años deberá responder en un juicio que se celebrará el próximo martes en el Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo y en el que se enfrenta a una condena de seis años de cárcel, a otros siete de retirada de carné y al pago de indemnizaciones que superan los 3.400 euros.

Los hechos ocurridos la madrugada del 19 de julio de 2005 son constitutivos para la Fiscalía de un delito de conducción temeraria (con consciente desprecio por la vida de los demás y poniendo en peligro la integridad de las personas) y otro de lesiones con instrumento peligroso en concurso ideal con un delito de atentado. La fiscal, que destaca en su escrito que J.V.V. "circulaba con gran temeridad", también le acusa de una falta de lesiones. Todo ello hace que la solicitud de prisión se eleve hasta los seis años, una petición incluso superior a la planteada en casos de tráfico en los que hubo fallecidos, como el accidente mortal de Jenaro de la Fuente, en el que los conductores Jorge Luis Sosa Makelele y Samuel Fiuza se enfrentan, cada uno, a cuatro años de cárcel.

Desde Plaza América

La persecución policial se inició en el entorno de la Plaza de América y finalizó en la parroquia de Matamá. Todo sucedía poco antes de las cinco de la madrugada, cuando una patrulla de la Policía Local vio en la calle Coruña al acusado -que conducía un Ford Fiesta de su hermano- derrapar a gran velocidad y saltarse un semáforo en rojo. Los agentes le dieron el alto en la Plaza de América, pero el conductor, relata la fiscal, "se dio a la fuga a gran velocidad" obligando a los vehículos que circulaban por la zona a frenar para evitar la colisión.

El vehículo policial accionó las sirenas y las luces y siguió al piloto por la Gran Vía. Durante casi media hora el acusado recorrió numerosas vías viguesas (como Arquitecto Pérez Palacio, Avenida Portanet, Avenida de Citroën, Avenida de Castrelos, etcétera) en las que hizo recorridos en sentido contrario y en dirección prohibida -llegó a circular 100 metros de esta manera-, saltó medianas para cambiar de carril e incluso, siempre según la fiscal, atravesó un seto para evitar a un furgón de atestados que intentaba interceptarlo.

Cuando ya estaba en Matamá, concretamente en Camiño Telleiro, el acusado colisionó contra la acera de una vivienda cuando circulaba por "una curva muy cerrada". Pero ni siquiera en este momento cesó con su actitud. Tras herir a dos de los agentes que lo seguían, continuó su huida hasta que el vehículo policial, en la calle Canteiros, le cerró el paso. El conductor chocó con el coche patrulla, un muro y una valla y, por fin, pudo ser detenido.