Las pendientes del Casco Vello pronto dejarán de ser un problema. En el plazo de dos años, un funicular comunicará O Berbés y el Castillo de San Sebastián cada diez minutos, salvando cómodamente una cota de más de 60 metros. El objetivo de este innovador proyecto, ensayado en ciudades como Lleida o Bilbao, es mejorar la accesibilidad entre la parte alta y baja de la ciudad y favorecer la movilidad de vecinos y turistas. La Consellería de Vivienda, a través del Consorcio Casco Vello de Vigo, financiará las obras de construcción, que deberán estar concluidas en el año 2010.

El presupuesto previsto ronda los cinco millones de euros, pero éste podría ser revisado al alza tras la redacción del proyecto constructivo, que se realizará el próximo año. "Las obras deberían estar finalizadas en doce meses y el sistema en servicio a lo largo de 2010", explicó ayer la conselleira Teresa Táboas acompañada del teniente de alcalde, Santiago Domínguez.

El estudio catalán de arquitectura B01, ganador del concurso internacional de ideas convocado a principios de año para elegir diseño, prevé habilitar un funicular de un solo vagón que_se desplazará en ambos sentidos sobre un raíl en cremallera. Se moverá a través de un túnel de tres metros de ancho, con tramos en interior y otros a cielo abierto.

Tendrá capacidad para 30 personas y la frecuencia de llegada y salida será de diez minutos. Queda ahora por determinar el modelo de explotación de un servicio público que aspira de forma paralela a convertirse en una nueva atracción turística. No obstante, para vecinos del barrio y usuarios habituales el coste será similar al del transporte urbano.

Mínimo impacto

El recorrido fue seleccionado pensando en minimizar el desarrollo en planta para reducir al máximo el impacto de la obra, que afecta a tres viviendas. Finalmente serán 200 metros de trayecto casi en línea recta y dividido entre cuatro estaciones: O Berbés, Poboadores, Paseo de Alfonso XII y Praza do Rei. En todas las paradas el convoy subirá a superficie para recoger a los usuarios y que éstos se apeen.

En la estación del Berbés se construirá una zona cubierta para instalar un quiosco de información turística, máquinas expendedoras y bancos. Este primer tramo discurre casi todo en túnel cubierto hasta Poboadores, donde el vagón saldrá a cielo abierto en una terminal delimitada por vidrio prensado.

Hasta Alfonso XII el recorrido intercalará tramos abiertos e interiores, pero desde aquí hasta el castillo será todo en superficie, con vistas sobre la ría. El diseño de esta útlima estación implica la creación de una zona abalconada de vidrio y un paseo peatonal hasta el Concello, en cuyo patio interior los arquitectos consideran "factible" habilitar una salida peatonal.