Dejó su trabajo en el restaurante de sus suegros por unos días para luchar en Vigo por el título intercontinental. Este boxeador, asombrado por el "plantón", reconoció que "de las 15 peleas que llevo, nunca me ha pasado esto". Asegura que "ninguno recibió nada; el promotor se fue del pabellón de As Travesas el martes por la noche antes de que finalizara la velada". "Cuando acabó -prosigue-, nuestros managers fueron en su busca pero no lo encontraron". El boxeador, de camino a su hogar y desolado, cuenta que estuvieron esperando por la noche a que el promotor llegase al hotel, pero "ante la tardanza", decidieron irse a la cama. Ayer tenían que irse del hotel a las ocho de la mañana pero partieron sobre las dos de la tarde, esperando a que Matamoros "apareciese o cogiese el teléfono". Se fueron a sus casas con las manos en los bolsillos. "Dicen que nos va a mandar un cheque, pero no me creo nada", concluye este boxeador quien, sin embargo, prefiere mantener el anonimato por si al final cobra.