Los estudios -apartamentos con pocas divisiones y menos de 40 metros cuadrados- son el tipo de vivienda más demandada en alquiler por los jóvenes. Parejas, estudiantes o trabajadores que deciden emanciparse son los principales residentes. Y el precio es más caro, comparativamente, que en viviendas de más habitaciones.

Los propietarios advierten de que las viviendas "tipo estudio" han visto incrementado su valor entre 50 y 100 euros "en los últimos seis meses". Aunque son más baratas que una vivienda de dos habitaciones -en términos absolutos-; el gasto para una persona es elevado. El piso más barato que se encontró -después de consultar en varias agencias- es un estudio, en Urzáiz: 360 euros.

Pero, puestos a consultar por sus dimensiones, bate el récord un mini-apartamento en O Calvario que cuenta con sólo 28 metros. Las dimensiones son las de una habitación que tenga cuatro metros de ancho por siete de largo; es decir, una cocina convencional.

Y en el extremo opuesto, el piso más caro de los hallados se ubica en la Praza de Compostela y vale al mes 1.200 euros. Se trata de una vivienda de lujo, pero sus dimensiones no van más allá de los tres dormitorios.

Del mismo modo, algunos inquilinos están percibiendo que los propietarios de los pisos se interesan antes de alquilarlos por saber si se van a solicitar ayudas y en función de ello, establecen el precio. Las ayudas para jóvenes del Ministerio de Vivenda están provocando la paradoja de una subida de precios. De todos modos, el mayor efecto se prevé en el futuro. "Siempre pasa así: Si dan ayudas, el alquiler sube ¡Claro que afectará a los precios!". Así de tajante se mostraba la comercial de una agencia de Vigo. Es un testimonio casi unánime. "Las dos partes quieren sacar provecho a la situación. Los sueldos no dan para poder comprar un piso, así que si quieren emanciparse, tienen que recurrir al alquiler", explican en otra inmobiliaria. En este caso, aseguran que ya se está notando una subida de los precios.