Aunque ahora, a punto de llegar la treintena, Ricci sea una mujer sensata, no se libró de pasar por mucho de los problemas que hoy en día sufren las adolescentes y sobretodo las que se exponen a la opinión pública. Padeció anorexia, una enfermedad que reconoció una vez ya estuvo curada y que, dice, sufrió a raíz de la importancia del físico en la industria del cine. Pero la actriz asegura que esta dura etapa la ayudó a madurar y a quererse más a si misma.

Ahora, es una de las actrices más deseadas y esta semana posaba ligera de ropa para la publicación 'blackbook', a la que concedía una entrevista en la que asegura que no quiere parecerse a las nuevas famosas. "No salgo mucho por las noches', señala la protagonista de 'Casper' que apunta: "si lo hago sólo bebo Coca-cola light y bailo". Una actitud rara para el resto de los jóvenes y sobre todo, explica, para los hombres que, dice "creen que las mujeres que no beben es porque están obsesionadas con el sexo". "Es una fantasía masculina", comenta.

CUIDAR SU IMAGEN

Además de dejar a un lado el exceso de alcohol por sus consecuencias, la intérprete de 'La familia Adams' también lo hizo por la imagen pública que podría dar y que perjudicaría su carrera cinematográfica. Según explicó a 'The Sun' en unas declaraciones recogidas por otr/press, los fotógrafos siempre está ahí para sacarte fotos cuando sales de noche e intentar "sacar la peor cara de ti que puedan". "Si te emborrachas sabes que vas a salir en las revistas", declaró.

Su actitud se refleja en su currículum. Actualmente tiene varias películas pendientes y otros proyectos en carpeta, como los que pretende realizar con su propia compañía productora 'Blaspheme Films': 'Maps to the Stars', 'Teacher', 'Born to lose' y 'Westland' son alguna de ellas. Además, quiere escribir sus propios guiones.