Los inspectores sanitarios emprendieron ayer una campaña especial de control de los establecimientos que sirven comidas, tapas o pinchos, ya sean restaurantes, cafeterías, empresas de servicio a domicilio, de comida rápida o de autoservicio, con el objeto de actualizar los datos del registro en el que deben estar inscritos y también verificar el cumplimiento de la normativa vigente. Y de forma más específica, se comprobará que no se utilicen envases rellenables para servir aceite o el aguardiente -las gotas- con que muchos clientes aromatizan sus cafés.

Estas prácticas concretas están prohibidas desde de 2014, pero todavía ahora siguen siendo bastante comunes. Los establecimientos ponen a servicio del público aceiteras para aliñar ensaladas, pulpo o cualquier otro alimento, así como pequeñas botellas con boquilla para echar unas gota de aguardiente al café.

Un real decreto que entró en vigor en enero de hace cuatro años prohíbe las aceiteras rellenables y determina que los aceites que se pongan a disposición del consumidor deberán presentarse en envases etiquetados, estar provistos de un sistema de apertura que pierda su integridad tras su primera utilización y disponer de una protección que impida su rellenado una vez agotado su contenido original.

Los inspectores también vigilarán, hasta el día 20, las condiciones generales de higiene, la trazabilidad de las materias primas (que los proveedores estén autorizados y registrados), y la verificación del origen y etiquetado de bebidas alcohólicas, así como la correcta información alimentaria que se facilita al consumidor.